Pese a las quejas reiteradas del Ejecutivo autonómico por los retrasos en la gestión de los fondos europeos, el Gobierno vasco sale de la reunión entre el lehendakari Urkullu y la vicepresidenta del Gobierno central Nadia Calviño igual que como entró: con los proyectos estratégicos a cargo de ellos. Lakua asume que tendrá que ir adelantando la inversión a la espera de que llegue la financiación de Bruselas. Basquevolt, la inteligencia artificial de la mano de BAIC Center y el desarrollo del centro de terapias avanzadas y nodo farmaceútico Osasunberri ya están en marcha con dinero vasco.
La ministra de Economía ha anunciado este viernes que llegarán convocatorias para los PERTE de la automoción, las energías renovables y la salud a lo largo de este primer semestre, dejando así escaso año y medio para empezar a poner en marcha los proyectos europeos. Su ejecución será clave para que Bruselas dé luz verde a la segunda fase de los fondos europeos, ya en forma de préstamo y no de ayuda directa.
'Crónica Vasca' ha preguntado tanto a Urkullu como a Calviño por este asunto y las quejas esgrimidas por Azpiazu en los últimos meses. Sin embargo, ni el lehendakari ni la ministra han concretado cómo pretenden resolver el apretado plazo de ejecución para la primera fase de los fondos europeos. Calviño se ha limitado a recordar que la implantación de los proyectos se extenderá a 2026, pero no ha hecho ninguna mención específica al condicionante que supondrá la ejecución de la primera fase y cómo sortearlo.
Por su parte, el lehendakari ha manifestado su intención de "no polemizar" con este asunto. Tanto Calviño como Urkullu han puesto de relieve el ambiente cooperativo entre Lakua y Madrid a este respecto, en un marco de "colaboración leal" en opinión de la ministra, que ha resaltado las sesenta conferencias sectoriales celebradas hasta ahora.
"Preocupación" por el retorno a la senda del déficit
El Ejecutivo cerró el Presupuesto de 2021 con un remanente de 660 millones de euros y un récord recaudatorio por parte de las haciendas forales, de más de 1.000 millones de lo previsto. Las cifras batieron todos los registros y también excedieron las previsiones presupuestarias. Aun así, el lehendakari ha manifestado este viernes a la ministra Calviño su preocupación "por la revisión de la gobernanza europea y del pacto de estabilidad y crecimiento"; esto es, por el hecho de que a partir de 2023 haya que volver a ceñirse a los objetivos de déficit marcados por Bruselas. En opinión del Gobierno vasco las transformaciones económicas y los acuerdos de la Cumbre de Gasglow van a forzar a Euskadi "a realizar un esfuerzo inversor muy importante". Urkullu ha recordado que el nivel de inversión pública "aún no ha llegado" a los previos a la crisis de 2008.