O las transferencias se aceleran o habrá ruptura entre los socios. Ese es el órdago, otro más, lanzado este miércoles por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, al Gobierno de Pedro Sánchez. Una presión que se repite porque los jeltzales están hartos de que el Ejecutivo central no cumpla con los compromisos adquiridos para esta legislatura en esta materia.
No por repetido el enfado del PNV es menor. Los peneuvistas vuelven a la carga para quejarse de la inacción del Gobierno con los traspasos. Ortuzar recordaba que en diciembre de 2019 PNV y PSOE rubricaron el pacto para la investidura de Sánchez que incluía como contrapartida todos los traspasos pendientes que recoge el Estatuto de Gernika. Y rememoraba asimismo que después ambos socios cerraron un calendario de transferencias que si bien quedó alterado por la pandemia -en principio todo esto tenía que negociarse y cerrarse en 2020- después no se ha retomado al ritmo que los peneuvistas demandan una y otra vez.
En un entrevista con Radio Euskadi este miércoles, el presidente del PNV no ahorraba en esfuerzos para reclamar al Gobierno que "agilice" las transferencias porque "se han acabado las excusas" y a este paso, si continúa "este ritmo caribeño", su partido "se sentirá libre" para romper la baraja. Además, intentaba desacreditar la tesis del Gobierno sobre que el problema para avanzar está en el "encaje juirídico" de los traspasos.
Cambian las palabras o el nivel del órdago, pero en realidad llueve sobre mojado. En los últimos meses se ha convertido casi en costumbre que los portavoces del PNV reclamen al Gobierno que acelere en este asunto tan relevante para la estrategia política peneuvista. Porque conseguir nuevas competencias y exhibirlas ante el electorado es básico para el partido con sede en Sabin Etxea. Por ahora, los nacionalistas han conseguido la gestión de Prisiones, que no es baladí, pero no otras competencias relevantes como la gestión de la Seguridad Social.
¿Un gesto inminente?
En todo caso, el malestar de Ortuzar y sus correligionarios no parece suficiente como para romper amarras. De hecho, algunas fuentes consultadas por este periódico aseguran que "habrá avances" en materia de traspasos en las próximas semanas. Incluso concretan a un gesto inminente que podría producirse en este mismo mes de septiembre. Aunque se trataría de algunas competencias menores.
Así las cosas, el citado enfado del PNV es real pero podría contener también una parte de escenificación en este inicio del curso político. Un curso que, como ha informado Crónica Vasca, se prevé intenso y concluirá con las elecciones municipales y forales de mayo. Unos y otros van tomando posiciones con la vista puesta en la cita electoral. Y eso se nota en sus discursos.