Este jueves, Día de la Memoria, vio la luz el documento de "Bases para la construcción social de la memoria", elaborado por tres historiadores y tres víctimas por encargo del Gobierno vasco. Un texto que reclama una "revisión autocrítica" del pasado y se pide la superación de los "relatos autojustificativos".
El documento ha sido realizado desde el pasado marzo por los historiadores Unai Belaustegi, Eider Landaberea y Virginia López de Maturana, junto a Josu Elespe, María Jauregi -hijo e hija de Froilán Elespe y Juan María Jauregi, víctimas de ETA- y Axun Lasa, víctima de torturas y hermana de Joxean Lasa, víctima de los GAL.
Precisamente la autoría del texto, con historiadores y damnificados de indudable reputación, alejados todos ellos de extremismos y conocidos por sus posturas de reconciliación, aporta relevancia a la iniciativa. Y pone más sencillo que diversas organizaciones de víctimas puedan respaldar el texto.
Estas "Bases para la construcción social de la memoria" subrayan que el "reconocimiento de todas y de cada una" de las víctimas es "fundamental para la construcción de una convivencia democrática sustentada en un futuro con memoria y verdad".
Contra el olvido
Mediante nueve puntos que buscan el consenso, los historiadores y las víctimas autores del documento creen que la sociedad vasca no desea hacer "borrón y cuenta nueva" y que la necesidad social "pasar página" no debe confundirse con el "olvido público", que "siempre beneficia a todo aquel que ha tenido algún nivel de responsabilidad en lo ocurrido".
A renglón seguido llega el punto clave del documento. Sus autores apuntalan la tesis de que es necesario superar los "relatos autojustificativos", que a su juicio "levantan 'muros de contención' que aíslan, excluyen y alejan de la construcción de nuevos espacios para una convivencia democrática. Este sí es un problema", alertan.
Los hacedores del documento también destacan que "hay que evitar" la "utilización política" de las víctimas, así como su "revictimización" en el espacio público
Entienden que la necesaria autocrítica "interpela directamente y sin excusas a quienes tuvieron responsabilidades directas e indirectas en las diferentes expresiones de terrorismo y en todas las manifestaciones de violencia de motivación política y vulneraciones de derechos humanos". "Ni los conflictos políticos ni la razón de Estado justifican, en ningún caso, el uso de la violencia".
Los tres historiadores y las tres víctimas destacan que "el derecho a la verdad es un pilar fundamental en el que anclar la memoria para la convivencia".
Por ello, estiman que "siguen siendo necesarias tanto la clarificación definitiva o, investigación en su caso, de los hechos/casos de terrorismo de distinto signo y de vulneraciones de derechos humanos de motivación política más graves ya constatados, como la identificación e investigación de hechos/casos que todavía hoy no están esclarecidos, contemplados, recogidos o catalogados". No puede olvidarse que casi la mitad de los asesinatos de ETA, más de 350, están sin resolver.
Para acabar, los hacedores del documento también destacan que "hay que evitar" la "utilización política" de las víctimas, así como su "revictimización" en el espacio público.