El pasado domingo Andoni Ortuzar criticó vehemente el 'no' de EH Bildu a lo que él llama las cuentas de la RGI frente a su 'sí' a los "presupuestos de la Guardia Civil y del Ejército español". Antes de que me diga que votaron 'no' al dictamen de los Presupuestos Generales del Estado, ¿por qué no les han convencido las cuentas que les ha propuesto Urkullu y la negociación que les ha planteado Azpiazu?
Con respecto a las polémicas en las que nos intenta enredar Ortuzar: es gracioso que al PNV, después de apoyar alegremente presupuestos de todo tipo y de todo color en España, le dé tanta guerra que EH Bildu entre a los PGE. Es como un niño que se cree el único propietario de un balón. En cuanto hay otros actores que están aquí participando en esto le da como mucha rabia y la verbaliza, además, de una manera muy, muy infantil. Pero, sin entrar en polémicas y con respecto a nuestras cuentas, nosotros partimos de que las correlaciones de fuerzas son las que son en cada lugar. Y eso es importante entenderlo. No es lo mismo un gobierno en Madrid acosado por la derecha y la extrema derecha que presenta unas cuentas con las que, evidentemente, no estamos del todo de acuerdo. Entendemos que hay un contexto político y unos riesgos políticos, que es importante intentar evitar esa llegada de la extrema derecha junto con todos los problemas que vendrían asociados. Y somos cinco. La fuerza de cinco entre 350, a pesar de que pueda ser determinante en un momento dado... pues se juega otro tipo de partida
Aquí son más exigentes
Aquí, evidentemente, somos mucho más exigentes porque somos 21 de 75. Porque nuestra fuerza es fundamental y porque somos un actor de primer orden en todas las instituciones del país. Entonces somos más exigentes de lo que somos en Madrid porque entendemos que nosotros tenemos una alternativa: que, ante lo que nos están proponiendo, podríamos ponernos nosotros y hacerlo mejor. Algo que en Madrid no es una lógica. El PNV que no se queje tanto, porque nosotros aquí lo que decimos es: 'Tenemos una alternativa mejor que vosotros. Si vosotros queréis pactar con nosotros cosas presupuestarias, pues lo lógico es que reconozcáis esa fuerza y la tratéis con el respeto que se merece'. En los presupuestos de este año, cuidando las formas todo hubiera ido mejor. Que cuando nosotros decimos 'vamos a reunir, vamos a ir analizando todo esto', pues se reúna con nosotros y no que no se nos reúna, que nos llamen a una reunión a presupuestos ya presentados... y no nos gusta
Somos más exigentes que en Madrid porque tenemos una alternativa: podríamos ponernos nosotros y hacerlo mejor
¿Ha sido más una cuestión de formas que de fondo?
No es solo eso. También decimos que ahora había una serie de condicionantes: las reglas de gasto suspendidas, las recaudaciones en máximos... Hay algunas condiciones objetivas que nos permitían hacer unas apuestas estratégicasdarle la vuelta a elementos estructurales... y eso también tenía su importancia. Por eso dijimos que no era solo una cuestión de dinero. Que también, porque eso luego se traslada a partidas concretas. Pero era cuestión, sobre todo, de tocar elementos estructurales. Fuimos con todo eso y lo que nos hemos encontrado es con un Gobierno vasco con poco interés. De entrada la oferta económica era un tercio de la del año pasado, cuando este año el presupuesto es mayor y hay mayores posibilidades. Con lo cual ya te están mandando un mensaje de 'Bueno, vamos a hacer una oferta...' pero, ¿para qué? ¿Para que parezca que nos la han hecho? Porque, en realidad, muchas de esas cosas no respondían a lo que habíamos pedido. No sé cómo decirlo: no fue su planteamiento acorde...
... ¿con las exigencias?
No sólo con las exigencias, sino con su propio ofrecimiento de ampliar mayorías para este presupuesto. Básicamente, no nos pareció seria la manera de negociar
Sobre Madrid hay quienes opinan que el PNV y Bildu juegan casi a ver quién es mejor socio de Sánchez y que parece que el partido se juega más en Madrid que en Vitoria
Bueno, es verdad que la espectacularidad que tiene todo lo que pasa en Madrid tiene una repercusión aquí sobre el tipo de política que se hace, el tipo de acuerdos que se logran, etc. Yo te hablo un poco como a cierto distancia de Madrid, pero no tengo la sensación de que nosotros estemos haciendo una carrera, pero sí que es verdad que al final da esa sensación porque el PNV está como muy empeñado en el 'esto ya lo negocié', 'esto ya lo trajimos nosotros', 'bienvenidos al autogobierno'... Creo que Matute lo decía muy claro en una entrevista hace nada: nosotros nos alegramos de que las cosas que vaya consiguiendo el PNV para el país y da la impresión de que al revés no es así. Es como si no les alegrara.
Aun así, si te fijas, nosotros conseguimos cosas para Euskal Herria, pero no nos importa que nuestras políticas sociales repercutan para bien al de Murcia, al de Galicia, gracias a la impronta de Euskal Herria. Ahí hay un elemento diferencial.
No nos pareció seria la forma de negociar del Gobierno
¿Cómo interpretan el atraso de la reforma fiscal a 2023 para esperar a que lleguen los nuevos Gobiernos forales?
Yo creo que esa es una excusa que no se la cree ni el propio Azpiazu cuando dice que hay que esperar a las elecciones. El debate fiscal no es que haya que abrirlo; es que está abierto. En todo el mundo está abierto: en las Naciones Unidas, en la OCDE... está abierto país por país, y, si no, que se lo pregunten a los británicos. En el Estado está abierto ese debate y también lo está aquí. Es evidente que hay que tocar la fiscalidad. Y no digo que todo el mundo piense que hay que abrirlo en el mismo sentido, pero todo el mundo cree que hay que abrirlo. Estamos en un momento en el que hay que hacer modificaciones ante los tiempos de incertidumbre que estamos viviendo y que se entreven venir. Tenemos que tener una fiscalidad -por lo menos desde una perspectiva de izquierdas- que garantice un sostenimiento del estado de bienestar. Y eso se entronca con la oferta presupuestaria. Es que ni siquiera dicen abrir. El Gobierno habla de hacer las evaluaciones aquellas pendientes desde el 2020 y no lo entendemos.
Se está convirtiendo en una anomalía la cerrazón del PNV a abrir el debate fiscal. ¿Por qué? Pues esto es más difícil, pero yo aventuro una hipótesis y la hipótesis es que tienen un socio de gobierno, que es el PSE, que está planteando las reformas fiscales en una dirección. Y eso quizá genera problema dentro del Gobierno. De alguna manera creo que el propio PNV está intuyendo que la reforma fiscal que hay que hacer tiene que ser en un sentido de blindar derechos sociales y estado de bienestar... y eso va a suponer también tocar fiscalidad empresarial, que es algo que al PNV le termina doliendo, porque al final toca a sus amigos. Y por eso está retrasando esto todo lo que puede
Esta misma semana han preguntado al Gobierno por la situación de Ibermática y su arraigo. ¿Cuánto les preocupa la pérdida de centros de decisión en empresas estratégicas?
Mucho. Tenemos una línea de trabajo abierta desde hace un montón de años con respecto al arraigo y a la toma de posición del Gobierno vasco en estas empresas. De hecho, una de las ofertas que hacíamos en el pacto presupuestaria era incrementar la cuantía de Finkatuz hasta los 400 millones. Todos sabemos que hay empresas y sectores que son estratégicos para el futuro del país y no nos puede pasar lo que nos ha ido pasando con otras empresas. El ejemplo paradigmático es Euskaltel. Estamos que en un momento en el que la transición digital es un factor tan fundamental para los tiempos que vienen. Pues resulta que aquí hemos puesto cosas en marcha y luego, al final, por una cosa o por otra, hemos ido perdiendo la decisión. Hay personas o pequeños sectores concretos que incluso han hecho unas ganancias muy grandes, no casi en términos de pelotazo, para que al final los centros de decisión se nos vayan a otros lados.
La apuesta ha sido insuficiente en términos económicos y a mí personalmente hay una cosa no me ha gustado nada: a cada paso que se iba dando, Arantxa Tapia iban como quitándole hierro. "Los centros de decisión siguen estando aquí". "Bueno, los centros de decisión no están aquí, pero siguen teniendo un compromiso con el empleo". "Pero..." Hemos ido viendo como había empresas que iban bajando esas escaleras y el Gobierno le ha quitado hierro a algo que era a todas luces evidente que estaba pasando
Una última cuestión. Estamos en diciembre de 2022 y solo tenemos un PERTE resuelto y con una segunda convocatoria pendiente, que es el de automoción. ¿Qué entiende Bildu que no está funcionando en la tramitación de los PERTE?
Van lento, van tarde... Están intentando hacer una especie de equilibrio territorial. Entiendo que no será fácil para el gobierno de España encajar todos los intereses, pero, desde luego, toda la parte que no es PERTE ha funcionado como fondos de cohesión. Y tengo la impresión de que también se está jugando de alguna manera con una especie de factores de compensación, de equilibrio entre entre diferentes territorios. También se están viendo costuras del debilitamiento del sector público en todos los niveles; también en la propia gestión de los fondos europeos. Se está viendo que no ha habido y no está habiendo un músculo suficiente y una administración ágil y potente para poder hacer eso. Esas cosas se están viendo.
A partir de ahí, con respecto a los PERTE y lo que nos llega y lo que no nos llega... Yo tengo la impresión de que la parte gruesa de los PERTE para Euskadi va a venir alrededor del hidrógeno y que se ha dejado un poco en segundo lugar otras cuestiones importantes como el tema de Basquevolt y demás.