De las huelgas en las aulas al consiguiente enfado del Gobierno vasco, con duras declaraciones del lehendakari, Iñigo Urkullu, pasando por protestas de diversos colectivos y por el descontento de varios partidos. La Ley de Educación, que se vendía como el fruto de un acuerdo histórico, se está convirtiendo en un embrollo de difícil solución. En 'Crónica Vasa' ya advertimos hace tiempo sobre que este cuento no tenía un final feliz. Lo que parece, ahora mismo, es que el final es peor de lo esperado.