La posición política frente al embrollo jurídico que se libra estos días entre el Gobierno y el Tribunal Constitucional vuelve a ubicar a los dos partidos vascos como socios sólidos de Pedro Sánchez. Tanto PNV como Bildu respaldan al Ejecutivo y, sobre todo, arremeten contra el TC por su ya histórica decisión de frenar la tramitación en el Senado de las enmiendas de la discordia.
Es obvio que con su postura peneuvistas y soberanistas se mantienen como integrantes de la mayoría parlamentaria que sustenta al Gobierno. Lo cierto es que ambos partidos coinciden en su respaldo a Sánchez, sí, aunque en gran medida los motivos de su apoyo sean distintos. Además, se trata de un apoyo con matices.
Rupturismo y moderación
Las diferencias son evidentes. En síntesis, Bildu apoya sin fisuras al Gobierno y arremete, de paso, contra todo el sistema democrático. En cambio, el PNV señala también los errores de los partidos gubernamentales en la forma de intentar su reforma. O, dicho de otra manera, los abertzales exhiben su posición rupturista mientras los jeltzales muestran su postura moderada. Nihil novum sub sole.
Los discursos no engañan. Así, la coalición soberanista que lidera Arnaldo Otegi aprovecha la situación para denunciar "al régimen del 78". Este martes la portavoz parlamentaria, Mertxe Aizpurua, elevaba sobremanera el tono de las críticas al TC y afirmaba que "es hora de levantar la hipoteca del régimen del 78, depurar sus aparatos reaccionarios y responder políticamente al órdago lanzado contra la mayoría plurinacional del Congreso".
Por el contrario, el portavoz peneuvista, Aitor Esteban, coincidía en señalar que el comportamiento del TC resulta "inhabitual" y supone "una invasión de la inviolabilidad de las Cámaras”. Pero añadía, eso sí, que el Gobierno y los grupos parlamentarios que propusieron las enmiendas tumbadas por el tribunal “podrían haber hecho las cosas de otra manera, con más tranquilidad, sobre todo para que nadie tuviera ninguna excusa”.
En suma, las interpretaciones de Bildu y PNV son distintas en la forma jurídica y similares en el fondo político. Porque ambos comparten socio pero no visión institucional.