La Audiencia Nacional ha condenado a 19 años de cárcel al etarra Asier Eceiza por su participación en el asesinato del concejal socialista en Orio, Juan Priede, el 21 marzo de 2002, cuando otro miembro de la organización terrorista le disparó tres veces a escasa distancia en un bar. En una sentencia hecha pública este jueves, los magistrados de la sección cuarta de la Sala Penal condenan a Eceiza, conocido como "Xaxi", por un delito de asesinato terrorista y le imponen el pago de una indemnización de 80.000 euros a cada uno de los tres hijos del fallecido.
Durante la vista, el acusado reconoció que ayudó a huir a los dos etarras que cometieron el asesinato, pero consideró que su participación en el atentado fue "no esencial, circunstancial y secundaria". La condena de 19 años coincide con la que solicitó la Fiscalía, la acusación particular e, incluso, la propia defensa, destaca la Audiencia Nacional en una nota de prensa.
Los magistrados explican que imponen una pena de cárcel que "roza el límite máximo de la legalmente imponible" y lo justifican en que las actividades que realizó Eceiza "bordean el concepto de autoría por cooperación necesaria". Priede tomaba un café en un bar de Orio y tres etarras se acercaron al local en un coche sustraído poco antes. Mientras uno de ellos esperaba en el vehículo, los otros dos entraron en el bar y le dispararon tres tiros a corta distancia que le causaron "irremediablemente la muerte instantánea". Según la sentencia, el condenado trasladó al tercer autor directo del atentado al lugar de encuentro con los otros autores materiales, en la zona de la estación de Orio, y les ofreció cobertura posterior, transportando a todos fuera del alcance de las fuerzas de seguridad tras cometer el asesinato.
Otros seis etarras han sido ya condenados por la muerte de Priede, pero Eceiza logró huir a Francia y permaneció allí hasta que las autoridades del país vecino lo entregaron a España en enero de 2020. Para los magistrados, en este caso concurren los elementos característicos de la alevosía por "la forma sorpresiva y traicionera en que se perpetró el hecho y por el lugar donde se ubicaron los tres disparos recibidos por la víctima".