En estos días de frío y nieve parece que también se han congelado las ganas de llegar a acuerdos. Los partidos políticos ya se han puesto en modo campaña. O precampaña, que es aún peor. De aquí al 28 de mayo nos esperan muchos eslóganes, muchos rifirrafes y muchas acusaciones. Es esa etapa en que los representantes de la cosa pública se olvidan de las preocupaciones reales de los ciudadanos y se centran en sus estrategias para conseguir más votos. La fuerte polémica de esta semana por el centro de acogida de refugiados en Vitoria es un buen ejemplo de lo que tenemos y de lo que se avecina. Prepárense, que vienen curvas.