El reputado profesor Txema Portillo escribía esta semana en este periódico acerca de la intención de imponer la monoidentidad en la educación del País Vasco. Se refería así a una campaña orquestada por una asociación en defensa del euskera que pretende que en los colegios sólo se hable en dicha lengua. Vuelve así la eterna polémica sobre el euskera, aderezada por recientes sentencias judiciales en contra de que se exija en algunas oposiciones y avivada también por los datos recién publicados sobre su uso.
Precisamente el Gobierno vasco acaba de hacer públicos los datos recabados en una encuesta sociolingüística sobre el euskera. Los resultados son reveladores. El número de vascoparlantes mayores de 16 años ha aumentado un 12,4% en los últimos 30 años hasta situarse actualmente en el 36,5%. También ha crecido el uso del euskera, que pasa del 16,5 al 21,9% de los ciudadanos residentes en Euskadi.
El 89,3% de los vascos cree que todos los niños deberían aprender esta lengua y el 49,3% considera que debería tener mayor presencia en los programas de radio y televisión
Hoy día hay un total de 680.629 personas que hablan esta lengua. También se constata que siete de cada diez vascos de 16 o más edad apuestan por promover el uso del euskera. Asimismo, el 74,7% de los mayores de 16 años cree que para obtener un empleo en la Administración habría que saber euskera, el 89,3% que todos los niños deberían aprender esta lengua y el 49,3% que el euskera debería tener mayor presencia en los programas de radio y televisión.
Dichos datos evidencian que el euskera cada vez se habla más -aunque no al ritmo esperado tras millones de euros de inversión durante décadas- y muestran también que la gran mayoría de la sociedad apoya que se impulse.
En este sentido, el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, aseguraba que esta es una muestra que “ratifica que la apuesta de la sociedad a favor del euskera ha sido firme y sigue siendo firme en la actualidad”.
Sentencias contra la obligatoriedad
Estos datos sobre el uso del euskera de los que se vanagloria el Ejecutivo autonómico no casan del todo con las últimas noticias sobre este idioma. Porque recientemente los jueces del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco han dictado tres sentencias que tumban convocatorias de oposición en las que es obligatorio saber euskera para presentarse. Hasta el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, mostró su disconformidad con los jueces por estas decisiones.
La última de estas decisiones ocurrió hace unas semanas, a finales de febrero, cuando el TSJPV anuló el proceso de contratación de 34 cuidadores por la Fundación Uliazpi de la Diputación de Gipuzkoa, dado que en 32 de esos puestos se exigía el dominio del euskera, de forma que, en opinión de los jueces, se discriminaba a los castellanoparlantes al ofrecerles solo un 5,8% de las plazas convocadas. Un fallo judicial que se sumaba a otro del pasado septiembre, cuando se tumbó una oposición a policía municipal en el Ayuntamiento de Irún por motivos similares.
En las oposiciones del servicio de Salud, el dominio del euskera da 18 puntos, más que la suma de un doctorado cum laude (10 puntos), un postgrado (6 puntos) y el conocimiento de inglés (1,5 puntos)
No parece que las sentencias vayan a cambiar la costumbre. Darle una enorme importancia al idioma vasco en las oposiciones es una tónica dominante desde hace años. Sin ir más lejos, en las inminentes oposiciones de Osakidetza, el departamento vasco de Salud, dominar esta lengua da a los candidatos 18 puntos en el concurso de méritos. Más puntuación de la que se obtiene por la suma de un doctorado cum laude (10 puntos), un postgrado (6 puntos) y el conocimiento de inglés (1,5 puntos).
El nacionalismo se mueve
A raíz de los mentados fallos judiciales los partidos nacionalistas, PNV y Bildu, por un lado, y numerosas asociaciones que defienden el vascuence, por el otro, se han puesto en marcha. En el caso de las segundas para lanzar protestas y campañas como la antes citada en las que se exige una legislación que favorezca todavía más la primacía de este idioma.
En concreto, son varios los colectivos que se afanan en que la educación vasca -ya mayoritariemente en euskera- utilice un modelo de inmersión como el catalán. Algo que también defiende la coalición soberanista que comanda Arnaldo Otegi.
El principal lobby a favor del euskera también ha movido ficha. Así, en unas declaraciones a EITB, la secretaria general de Euskalgintzaren Kontseilua, Idurre Eskisabel, decía que esta última sentencia del TSJPV se enmarcaba en "la ofensiva judicial contra el euskera" y agregaba que se trata de una sentencia más "que va en contra de los consensos para la normalización del euskera'".
La presión por parte de estos grupos no es menor. Y llega, además, cuando se está a punto de cerrar el texto sobre la Ley de Educación, donde el euskera es uno de los temas que más separa a los firmantes del pacto educativo.
Así las cosas, la gran duda estriba en saber si el Ejecutivo vasco decidirá legislar de alguna manera para blindar la exigencia del euskera en oposiciones a la administración. O si, en el citado marco de la nueva legislación educativa, se alineará con las posiciones de Bildu.
Todo son dudas, entre sentencias y campañas, sobre el euskera, eterno motivo de discusión política en Euskadi.