A estas alturas, rectificación incluida, es evidente que el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, se equivocó sobremanera minusvaloró el efecto negativo de ETA en la economía de Euskadi. Ahí están todos los empresarios, grandes pero también medianos y pequeños, que tuvieron que pagar la extorsión a la banda terrorista. O todos los que se tuvieron que marchar del País Vasco. O todos los que pagaron con su vida. El error es tan clamoroso como innegable, pero no vamos a estar recordándolo todo el día... También se habla mucho del final de la dispersión de los presos etarras, cuando es obvio que la mayoría de los vascos estaba en contra de esa práctica y cuando todos sabemos que lo relevante de verdad es que los reos cumplan sus penas por lo que hicieron. Más allá de ambas polémicas, alentadas por demasiado ruido, hay otras formas en las que el terror de ETA sigue presente en la sociedad vasca. Covite, la Fundación Buesa y Gogoan no paran de denunciar ejemplos de legitimación social del terrorismo, sea con pintadas, carteles u homenajes. Eso es lo que hay que combatir.
Cómo el terrorismo de ETA afectó a la economía vasca (y sigue afectando a la sociedad)
Es evidente que el consejero Azpiazu se equivocó con sus ya famosas palabras... Pero el terror todavía sigue en la sociedad de Euskadi por otras cuestiones
2 abril, 2023 05:00Addoor Sticky