Este lunes, un grupo de mariachis, enviado por ErNE, Esan y Sipe, sindicatos que conforman la unidad sindical de la Ertzaintza, se ha congregado ante la sede de Sabin etxea del PNV en Bilbao para interpretar varias rancheras, cuyas letras han adaptado al conflicto laboral que se vive en la Ertzaintza. Lo hacían, tal y como ha apuntado su portavoz, Iñaki Uraga (Esan) para pedir que "de una vez por todas, tome parte en este conflicto y ayude a sacar adelante las propuestas que se han hecho desde la parte sindical, de cara a conseguir que este conflicto finalice de una vez por todas".
Movimiento al que ha respondido con agilidad el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, quien les ha emplazado, según recoge Europa Press, al diálogo para mejorar sus condiciones laborales con "un poco más de seriedad y responsabilidad", porque se está a tiempo de "evitar un daño reputacional irreversible" de la Ertzaintza ante la ciudadanía vasca "que ve con estupor" su "errático proceder".
El líder jeltzale ha considerado que "es difícil pensar que alguien que manda mariachis a la sede de un partido político crea que esa es una buena manera de conseguir su apoyo o la más mínima comprensión hacia sus reivindicaciones"; "es difícil encontrar una extravagancia tan chusca como esa. En todos los órdenes de la vida, las formas son importantes, también para los sindicatos, y más si representan a una Institución tan importante y especial como la Ertzaintza", ha añadido a través de un mensaje en la redes sociales.
"La historia lo demuestra"
Para el presidente del EBB, "pareciera que, con el envío de mariachis a Sabin Etxea, los sindicatos de la Policía Vasca señalaran al PNV como su enemigo y le desearan lo peor". Y ha indicado: "Nosotros no consideramos a los sindicatos de la Ertzaintza como nuestros enemigos, ni tan siquiera nuestros adversarios. Al contrario, el PNV siempre ha estado en la primera línea de la defensa de la Ertzaintza y de los ertzainas".
Además, Ortuzar ha señalado que "la historia lo demuestra: apoyo cerrado ante las agresiones terroristas, apoyo a que la Ertzaintza fuera una Policía integral, lucha para que entrara en las mesas de coordinación europeas y en la Europol, insistencia para conseguir aumentar la plantilla del Cuerpo hasta los 8.000 efectivos, lucha para conseguir que tuvieran la misma edad de jubilación -59 años- que la Policía Nacional".