Familiares de Iñaki Mendiluce Echeverría, ertzaina asesinado en 1995 por el miembro de ETA Mikel Otegi, han denunciado que viven "con resignación, profundo dolor y humillación" la concesión de un permiso al recluso de la banda para que pudiera "acudir al dentista sin custodia policial".
"Como familiares no buscamos venganza, ni mucho menos interponernos en el proceso de resocialización de ningún reo. Solo pedimos transparencia, coherencia y el cumplimiento íntegro de una condena", expresan.
En un comunicado remitido a los medios de comunicación, la familia del agente advierte que Otegi salió y regresó a la prisión como cualquier ciudadano que acude a una cita con el odontólogo, "con la única peculiaridad de que está condenado a 34 años de prisión por el asesinato de dos ertzainas y aún le quedan 10 años de condena por cumplir".
"Aquellos dos ertzainas tenían nombre y apellidos, familia, y sobre todo futuro, hasta que el reo de asesinato decidió segar por siempre la vida de dos personas: José Luis González Villanueva e Iñaki Mendiluce Echeverria", recuerdan.
"Profundo dolor"
En su comunicado, la familia del agente rememora que Mikel Otegi estuvo fugado de la justicia durante más de seis años y, tras ser condenado en Francia por pertenencia a banda armada y tenencia ilícita de armas, fue finalmente en 2012, "es decir 17 años después de haber perpetrado ambos asesinatos, cuando fue condenado por la Audiencia Nacional a la pena de prisión de 34 años".
"Los familiares de Iñaki Mendiluce vivimos con resignación, profundo dolor y humillación los hechos acaecidos esta misma semana. Es inhumano recibir una noticia de esta envergadura a través de los medios de comunicación y que hayamos sido contactados por las autoridades penitenciarias competentes sólo cuando la opinión pública ha tenido noticia de los hechos", lamentan.
Tras calificar de "deleznable" que uno de los argumentos que propicien "la excarcelación temporal de un preso sin vigilancia sea la economía de gasto", en referencia a las declaraciones el asesor del Gobierno vasco en materia penitenciaria, Jaime Tapia, ven "deplorable argumentar semejante cosa, cuando para la organización del Grand Départ del Tour de Francia el Gobierno vasco ha buscado agentes de policía hasta debajo de las piedras sin reparar en el gasto económico que ello pudiera suponer".