El pasado martes, el coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, fue el primero de los principales dirigentes políticos de Euskadi en mostrar sus intenciones de cara a las elecciones autonómicas vascas que se celebrarán en 2024. Sin embargo, aunque no es seguro que él vaya a encabezar la lista de la coalición soberanista en los comicios del próximo año, surgen ya las dudas de si él es la figura correcta para reunir los votos de toda la izquierda abertzale y de otros votantes más ajenos al independentismo vasco.
Es necesario tener en cuenta, que Otegi ya fue el candidato de la coalición soberanista en 2016. Sin embargo, en aquellas elecciones la Junta Electoral de Gipuzkoa vetó su candidatura, con motivo de las sentencias judiciales que no le permitían presentarse a unas elecciones. Sobre el dirigente abartzale existían dos inhabilitaciones judiciales que en su momento condicionaban su derecho a ser elegido por sufragio pasivo, a raíz de anterior vinculación con la banda terrorista ETA.
Este fue uno de los motivos por los que en 2020, en las anteriores elecciones vascas, fue Maddalen Iriarte, antigua periodista de EiTB y actualmente diputada en la Diputación General de Gipuzkoa, quien encabezó las listas de Bildu para hacer frente a la candidatura del lehendakari, Iñigo Urkullu, quien todavía no ha dado a conocer si tratará de ser reelegido por tercera vez el próximo año.
Sin embargo, el escenario ahora es muy diferente al de hace poco más de tres años. Por una parte, la inhabilitación de Otegi para ocupar un cargo público terminó en febrero de 2021, por lo que su posible elección sería perfectamente legal; y por otra, EH-Bildu está pasando ahora por uno de sus mejores momentos de su aparición en la política vasca, y en los dos últimos periodos electorales -en las municipales del 28-M y las generales del 23-J-, han logrado atraer a muchos votantes que antes habían apoyado al PNV y a Elkarrekin Podemos.
Por eso, conscientes del giro que la coalición abertzale ha hecho en los últimos años hacia una izquierda más progresista y no tan vinculada con el soberanismo, la vuelta de Otegi como posible candidato puede sonar algo extraño y a una apuesta un tanto arriesgada.
Otras figuras 'más limpias'
Sobre esto, el politólogo vasco Mikel Gómez, muestra sus dudas de que finalmente vaya a ser Otegi quien encabece las listas de Bildu en las autonómicas de 2024. Recuerda que debe ser la militancia quien avale la propuesta de un candidato, y aunque insiste en que llegados a ese punto sólo suele presentarse un candidato, él apuesta por otros perfiles no tan marcados o relacionados directamente con la parte más abertzale de la coalición, como puede ser el diputado de Bildu en el Congreso y líder de la formación política Alternatiba -integrada en Bildu-, Oskar Matute.
Gómez, señala que quitando tal vez a Urkullu, "Otegi es quizás el político que mejor valoración tiene entre sus votantes", sin embargo, asegura que el dirigente soberanista es una figura "polarizante". Algo que "en términos de liderazgo juega a su favor", pero que al mismo tiempo "pueda parecer contraproducente".
En esta línea, el politólogo vasco afirma que Otegi genera mucho rechazo de otros votantes, "por lo que rompería con la posibilidad de que EH-Bildu pudiese captar votos en otros caladeros, teniendo en cuenta si esos votantes se fijan en el candidato". Aunque aquí, insiste en que lo habitual en las elecciones vascas es lo contrario y que los votantes se fijen más en la marca y la ideología de la formación que en quienes encabezan las listas, aunque señala que el nombre de los candidatos "cada vez pesa más".
Por esta razón, cree que Otegi no sería una figura tan atrayente para los votantes habituales del PNV o Podemos, como podría ser Oskar Matute u otras figuras ‘más limpias’, y muestras sus dudas de que el actual coordinador de Bildu vaya a ser el candidato final de su formación en las elecciones de 2024.
"Sobre todo por cómo les han funcionado las últimas elecciones otro tipo de candidatos. En las municipales y generales han sido de los pocos que han mejorado los resultados y es porque les ha servido poner como candidatos a unas figuras más alejadas de su patrón clásico como puede ser Rocío Vitero en Vitoria, u Oskar Matute en las generales que tiene quizás un perfil más de izquierdas que soberanista, y está muy desvinculado a ese pasado de la izquierda abertzale", señala.
Techo y suelo de EH-Bildu
Con todo esto, Gómez recuerda que la decisión de quien es el candidato o la candidata de Bildu la toma la estructura orgánica de la coalición que presenta, y aunque puede haber más de un nombre, luego es la militancia la que elige. Aquí, explica que "lo que propone la estructura suele ser la opción ganadora", y en este punto puede darse "una disonancia entre lo que piensa el votante y lo que más le conviene a la formación electoralmente"
"El militante puede valorar muy positivamente a Arnaldo Otegi, pero luego al competir en la arena electoral, lograr atraer a otro tipo de votantes va a ser muy complicado y lo que piensa la militancia no es lo que piensa el votante medio. Por eso no estoy seguro de que vaya a ser candidato. Como dice otro politólogo, Pablo Simón, Otegi es el techo de EH-Bildu y su suelo", concluye.