A pocos minutos de que concluya el plazo para presentar enmiendas a la Ley Vasca de Educación, los partidos que componen el Ejecutivo vasco: PNV y PSE-EE han alcanzado un acuerdo de última hora para presentar un nuevo texto que contente a la parte socialista del Gobierno, contraria a buena parte de lo que recogía el proyecto de ley aprobado el pasado mes de abril.
Aunque todavía no han dado muestras de qué recoge este nuevo texto, tras varias semanas de negociaciones entre jeltzales y socialistas, ambas fuerzas han alcanzado un nuevo punto en común en la que, indudablemente, será la ley más importante de esta legislatura, y con el que evitan así presentarse separados ante el Parlamento y la sociedad vasca.
PNV y PSE han alcanzado así un acuerdo in extremis para reformar el proyecto de ley presentado por el Departamento del consejero, Jokin Bildarratz y aprobado en el Consejo de Gobierno, en el que no se contemplaban los diferentes modelos educativos en Euskadi y en referencia a la lengua, un punto con el que los socialistas se encontraban en contra y que buscan mantener presentes.
De hecho, en el texto original el euskera es un "eje vertebrador" para avanzar hacia un sistema educativo más euskaldunizado y completamente "plurilingüe", adaptado a la "realidad territorial de cada centro" y que asegure el dominio del euskera y el castellano hasta, mínimo, el nivel B2 y el conocimiento de una lengua extranjera hasta, al menos, el nivel B1. Sin embargo, aunque no se mencionaba expresamente el fin de los modelos actuales: A en castellano, D en euskera y B mixto, el proyecto aprobado en abril sí abría la puerta a que estos desaparecieran. Un punto que, aunque contentó a EH-Bildu, provocó amplias tensiones entre el PNV y el PSE-EE.
"Clarificar" la vigencia de los modelos
Es justamente en los modelos educativos donde residen las principales dudas respecto a esta ley y lo que ha motivado parte de las modificaciones presentadas por los socios del Ejecutivo vasco. Unos cambios que, sin embargo, pueden causar reacciones adversas en EH-Bildu, cuyas principales aportaciones durante la confección de esta ley y la presentación de enmiendas estaban enfocadas en hacer de la educación vasca un sistema sustentado mayoritariamente en el euskera y donde el castellano quedara relegado a un plano mucho más marginal.
Como recoge el texto modificado presentado por PNV y PSE: "La educación vasca se estructura como un sistema multilingüe cuyo eje es el euskera, y se articula a través de dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extrajera, que vehicularán aprendizajes, para garantizar la cohesión social y la capacidad de comunicación de la ciudadanía en ambas lenguas oficiales". Todo ello, buscando que el alumnado, al finalizar sus estudios, haya aprendido, al menos: "Las dos lenguas cooficiales al mismo nivel y posea conocimientos de, como mínimo, una lengua extranjera".
Así, según ha confirmado la portavoz del grupo socialista, Maria Jesús San José, las enmiendas presentadas por su partido en conjunto con los jeltzales, "contribuyen a clarificar y mejorar aspectos esenciales del proyecto", como es el caso de la vigencia de los modelos lingüísticos, para garantizar que la nueva Ley de Educación "coloque las necesidades del alumnado en el centro del sistema".
De esta forma, estas modificaciones del proyecto aprobado en abril en el Consejo de Gobierno, "garantizan el carácter vehicular de las lenguas de aprendizaje", "clarifican la vigencia de los modelos lingüísticos" y determinan que "cualquier actualización o desarrollo de los mismos respetará los derechos reconocidos y principios establecidos en el Estatuto de Gernika y en la Ley de normalización del uso del euskera", los cuales reconocen el derecho del alumnado vasco a recibir una educación tanto en euskera como en castellano. Un derecho que en el texto que originalmente se trasladó al Parlamento autonómico quedó diluido.
Por su parte, el portavoz del PNV, Gorka Álvarez, ha señalado que la inclusión de esta enmienda donde se citan explícitamente a los modelos lingüísticos en la exposición de motivos, pretende que "no haya suspicacias ni interpretaciones", sobre estos modelos que "no han estado en cuestión en ningún momento".
Desaparición casi absoluta del modelo A
Sin embargo, todavía hay varios puntos que quedan muy poco claros y que ni los portavoces de ambas fuerzas del ejecutivo ni el texto presentado este martes llegan a esclarecer. Por ejemplo, está todavía pendiente aclarar si una familia podrá educar a su hijo en el modelo A si la escuela a la que este acude no lo contempla, y qué opciones tendrá en caso de que no lo haga, y cuáles son los parámetros que los propios centros educativos tendrán que seguir para elaborar su propio proyecto lingüístico.
Entre las enmiendas se recoge que en el plazo máximo de dos años desde la entrada en vigor de la nueva ley -que PNV Y PSE confían en aprobar para finales de año-, el Gobierno vasco "a propuesta del departamento de Educación aprobará, las características del marco común del sistema plurilingüe, como referencia que sirva de base para la elaboración del proyecto lingüístico de cada centro, articulado en torno al euskera y estructurado a dos lenguas oficiales y al menos una lengua extranjera".
Así, el texto modificado recoge que en los dos años siguientes a la aprobación y entrada en vigor de la norma, el Ejecutivo autonómico deberá definir el nuevo modelo lingüístico en la educación vasca. Y aunque no han entrado en detalles sobre este punto, la portavoz socialista, Maria Jesús San José, ha señalado que a través de los proyectos lingüísticos que finalmente adopten los centros, "se debe planificar el aprendizaje de las lenguas, su uso y la actitud positiva hacia ellas del alumnado, teniendo en cuenta el punto de partida y las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno”.
Con todo esto, queda ahora por conocer la reacción de EH-Bildu y el resto de formaciones respecto a estas enmiendas presentadas por PNV y PSE-EE. En abril, la coalición abertzale fue una de las más satisfechas con el texto aprobado por el Consejo de Gobierno, y junto con los socios del Ejecutivo autonómico, han sido los únicos en no presentar una enmienda a la totalidad contra la norma, aunque sí han presentado 146 enmiendas parciales que, a juicio de la coalición soberanista "mejorarán el proyecto de ley".
Sin embargo, pese a que en la mañana de este martes el portavoz soberanista, Ikoitz Arrese, llamaba a mantenerse "fieles al pacto educativo" firmado en 2022 y aseguraba que se había alcanzado "un nuevo hito en la consecución de la nueva Ley de Educación", su grupo parlamentario no ha compartido todavía su opinión sobre estas nuevas enmiendas, y cabe todavía la duda de si estarán satisfechos o no con las modificaciones planteadas por PNV y PSE.