Este martes arranca una nueva jornada de huelga en la Educación pública vasca con la interinidad como uno de los pilares de su queja. Según datos revelados por el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, a raíz de una pregunta parlamentaria de EH Bildu, el Departamento de Educación del Gobierno vasco mantiene en nómina a 36.774 profesionales, de los que 19.260, el 52,3%, son interinos.
Porcentaje muy por encima del 21,53% que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) fija como media de interinidad en España, y que sixtuplica el porcentaje establecido por la Ley 20/2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, del 8%.
Según esta normativa, impulsada por la Comisión Europea -que ha subrayado insistentemente la necesidad de poner fin a la elevada temporalidad en el empleo público-, al finalizar 2024 Euskadi debería tener como máximo 2.942 profesionales con contrato de interinidad. Algo que desde Steilas, sindicato mayoritario en el sector, es imposible: “Obviamente no vamos a llegar al 8% de interinidad. El departamento de Educación ha funcionalizado a la mayoría del profesorado pero no está teniendo en cuenta en qué condiciones. Es mucho más fácil amortizar esos puestos de trabajo, y luego hacerlos desaparecer”, recalca Nagore Iturrioz, portavoz del sindicato.
Sobre la diferencia entre el número de interinos en Euskadi y en el resto del país, Iturrioz insiste: “Los procesos de estabilización que ha lanzado el Gobierno vasco ni siquiera han salido de ellos, han sido impuestos desde Europa; y aun así, son insuficientes. A día de hoy hay grupos de trabajadores del sector, como los educadores o terapeutas, cuya tasa de interinidad es de un 72%”. Y explica que los últimos procesos de estabilización, como la OPE de primaria celebrada el pasado 21 de octubre, y la próxima de secundaría, que se celebrará el próximo 28, “son insuficientes. Estamos lejos de estabilizar la plantilla dentro de las necesidades que tiene el sistema educativo vasco”.
Iturrioz asegura que estas condiciones laborales pueden ser fatales para el sistema porque estas “afectan directamente a la calidad educativa”, y describe que Euskadi hay numerosos centros donde las sustituciones se dan de manera consecutiva “y eso genera falta de estabilidad y falta del vínculo que debería desarrollarse entre profesores y alumnos”.
Esta situación, sumada a otras reivindicaciones como aliviar la carga de trabajo, dotar de recursos para responder a la realidad del alumnado actual y una subida salarial del 10% para recuperar el poder adquisitivo de los últimos años, cuya pérdida han cifrado en un 20 %, es lo que ha impulsado a este sindicato, a ELA y a CCOO, a convocar la movilización este martes. Huelga a la que están convocados más de 35.000 docentes.
“La afrontamos con mucha fuerza. Nosotros pensamos mucho antes de llegar a la huelga, negociamos mucho antes de tomar esta decisión. Una vez convocada creemos que la comunidad educativa va a responder, porque sabemos que los derechos que no se luchan no llegan. Esperamos llenar las calles y vaciar las aulas”, concluye la portavoz de Steilas.