El PNV se ha topado con una nueva piedra en su camino para investir como lehendakari a Imanol Pradales. Pocas horas después de que los jeltzales cerraran un preacuerdo programático con los socialistas vascos que incluye un nuevo Estatuto, EH Bildu ha optado por dar guerra a su principal rival en Euskadi y presentará a su portavoz en el Parlamento autonómico, Pello Otxandiano, como candidato a lehendakari.
La Mesa Política de la formación soberanita tomó esta decisión el lunes, tras conocer el pacto entre PNV y PSE que asegura a Pradales una mayoría de 39 votos en un parlamento con 75 escaños. Aún así, la candidatura de Otxandiano no se ha conocido hasta este martes cuando Bildu lo ha anunciado a través de la red social X, antiguamente Twitter.
Además, la segunda de la coalición abertzale en el Parlamento vasco, Nerea Kortajarena, ha asegurado en una entrevista para Euskadi Irratia que Otxandiano se presenta "por responsabilidad". Este, cuya candidatura fracasará al no tener los apoyos necesarios, ejercerá durante el resto de la legislatura como portavoz del grupo parlamentario. Un puesto que en un primer momento iba a ocupar la propia Kortajarena y que está ya ocupó durante este último año tras la salida de Maddalen Iriarte a las Juntas Generales de Gipuzkoa.
Tanto Bildu como el propio Otxandiano saben que sus probabilidades de éxito en esta pugna son nulas. El PNV de Andoni Ortuzar y el PSE de Eneko Andueza tienen los apoyos cerrados y el preacuerdo anunciado este lunes no hace más que confirmar la sintonía de ambos partidos en un momento donde los jeltzales necesitan recuperarse de su varapalo electoral tanto en las autonómicas del 21-A como con las europeas de este 9-J.
De hecho, igual que para la coalición abertzale la presentación de Otxandiano como candidato es una nueva estrategia de partido; el apresurado cierre de este preacuerdo por parte de los nacionalistas vascos es también una forma de 'escurrir el bulto' y disolver la conversación en torno a su derrota en las urnas de este domingo. Donde, por primera vez en 40 años, perdió su hegemonía política frente a otra formación independentista.
De todos modos, no es algo fuera de lo habitual que EH Bildu u otra formación presente a su candidato a la investidura sin opciones de gobernar. Desde su fundación en 2012 y su irrupción en el Parlamento, la coalición soberanista siempre ha presentado a sus cabezas de lista. Lo hizo con Laura Mintegi en 2012 y con Maddalen Iriarte en 2016 y 2020, y ahora repetirá con Otxandiano.
También otras formaciones han hecho lo suyo: en 2009 los propios jeltzales presentaron a Juan José Ibarretxe al pleno donde fue investido el socialista Patxi López, dándole la vuelta a lo ocurrido en 2005. Aquel año, con los mismos candidatos, fueron los nacionalistas vascos quienes sacaron adelante la investidura. Antes, en 1998, el propio Ibarretxe tuvo en frente al entonces candidato del PP vasco, Carlos Iturgaiz.
Por parte de la izquierda abertzale, antes de Bildu solo presentaron una vez a su candidato. Fue en 1987 con Juan Carlos Yoldi, quien ese mismo año fue condenado por pertenencia a la banda terrorista ETA. Pena por la que estuvo 16 años en prisión. En aquel pleno fue el difunto José Antonio Ardanza quien acabó siendo investido lehendakari.
El anuncio de Bildu llega tras el reciente acuerdo entre PNV y PSE para formar el nuevo Gobierno vasco liderado por Imanol Pradales. Este lunes, jeltzales y socialistas, como ya estaba previsto, comunicaron que reeditarán su Ejecutivo de coalición como en la legislatura anterior, pero todavía les falta mucho recorrido antes del 20 de junio. El preacuerdo no contempla todavía el reparto de carteras y ambas formaciones deben pasarlo a examen ante sus bases.