La alcaldesa de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria, ha entregado este lunes la Medalla de Oro de la ciudad al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo por "su defensa de la libertad, los Derechos Humanos y los valores democráticos y éticos". El director del Memorial, Florencio Domínguez, ha recogido el reconocimiento.
En su intervención, la regidora ha destacado también la "estrecha relación" que el Ayuntamiento ha mantenido con el espacio expositivo desde su constitución y ha puesto en valor las iniciativas lideradas por el Memorial, como exposiciones, visitas y actos divulgativos, que han "reforzado un proyecto abierto a la sociedad que ya ha sido visitado por 85.000 personas, el 60% de ellas de fuera de Euskadi".
Según ha informado el Consistorio, la entrega de la distinción ha coincidido, como es tradicional, con la celebración del día de la Virgen Blanca, aunque como novedad el acto se ha celebrado fuera del Ayuntamiento, en el Palacio de Villa Suso, lo que no sucedía desde 2010.
La subsecretaria de Interior, Susana Crisóstomo, el diputado general de Álava, Ramiro González, la presidenta de las Juntas Generales, Irma Basterra, concejales de los grupos políticos del Ayuntamiento y diversos representantes de la sociedad vitoriana y alavesa han acudido al acto.
Durante su alocución, Maider Etxebarria ha destacado "el impacto social y académico del Memorial", que ha sido "fundamental" para conseguir que Vitoria-Gasteiz haya sido elegida para acoger la Conferencia Internacional sobre Víctimas del Terrorismo organizada por Naciones Unidas y el Gobierno de España los próximos 8 y 9 de octubre. Un encuentro, ha incidido, que permitirá que la capital alavesa sea "la abanderada mundial" de la defensa de los valores democráticos, la protección de las víctimas y la lucha contra el terrorismo.
"Chaparrón del olvido"
La regidora local ha subrayado así el "simbolismo" que a veces adquieren algunos objetos cotidianos, y para ello ha recordado el "impactante" cuadro de José Ibarrola inspirado en el paraguas que quedó tirado en suelo junto al cuerpo de José Luis López de Lacalle cuando ETA lo asesinó en Andoain, en mayo de 2000.
Etxebarria ha recalcado que solo espera que la entrega de la Medalla sirva "de revulsivo para el funcionamiento del Memorial, nuestro paraguas frente al chaparrón del olvido".