Iñigo Urkullu ha reaparecido. Lo ha hecho en la embajada de Japón en Madrid, donde el embajador nipón, Takahiro Nakamae, ha entregado al exlehendakari la Orden del Sol Naciente en reconocimiento por su compromiso y trabajo en fomentar el acercamiento entre Euskadi y el país asiático.
En el acto, Urkullu se ha declarado "'japonzale', amigo y partidario de Japón en Euskadi y en todo el mundo", según recoge EFE.
En su discurso, ha asegurado que recibe este reconocimiento "con emoción y respeto" y como una "confirmación de la apuesta por impulsar las relaciones entre Euskadi y Japón".
Ha asumido el compromiso de seguir impulsando el "encuentro y la colaboración" entre los dos pueblos y ha dicho que la iniciativa de cooperación 'Euskadi-Japón 2023' ha servido para abrir puertas, tender puentes y reforzar ámbitos de trabajo y encuentro.
"He defendido siempre que la colaboración es la principal herramienta para garantizar el bienestar y el futuro de nuestras sociedades. En estos tiempos de ruido, confrontación y, en ocasiones, enfrentamiento abierto, es preciso seguir apelando al espíritu de 'auzolana', seguir trabajando juntos por el bien común", ha concluido.
La Embajada de Japón decidió el pasado mes de abril conceder a Urkullu este galardón por su contribución a la promoción del intercambio interregional y al fomento de relaciones bilaterales.
Y es que el 2023 fue un año clave en las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales entre Japón y Euskadi. El Gobierno vasco y la Embajada de Japón pusieron en marcha actividades, encuentros e intercambios con el objetivo de profundizar en sus relaciones, que culminaron con un viaje oficial de Iñigo Urkullu a este país.
Orden del Sol Naciente
La Orden del Sol Naciente fue establecida en 1875 por el emperador que dio inicio a la era MEJI. Se otorgaba para premiar servicios especiales de carácter civil o militar prestados al país, y en la actualidad este reconocimiento es el segundo en importancia dentro del sistema honorífico japonés, por detrás de la Orden del Crisantemo, según informa Europa Press.
Desde 1981, también se concede a ciudadanos no japoneses para reconocer a personas dedicadas al fomento de la cultura japonesa o al acercamiento de la sociedad nipona con otros pueblos. Japón otorga estos galardones dos veces al año a un número aproximado de 150 personas en todo el mundo.
Las embajadas formulan las solicitudes, de acuerdo a la relación mantenida con las personas o instituciones propuestas, que son analizadas por la oficina de condecoraciones del Primer Ministro. Una vez aceptadas, el galardón se otorga en nombre del Emperador.