Los cuatro etarras Francisco Javier 'Patxi' Makazaga, Jon Zubiaurre, Imanol Miner Villanueva y Asier García Justo

Los cuatro etarras Francisco Javier 'Patxi' Makazaga, Jon Zubiaurre, Imanol Miner Villanueva y Asier García Justo Efe

Política

Cuatro etarras admiten que intentaron matar a una pareja de periodistas de 'El País' y Antena 3

L. Aranzabal
Publicada

Los exintegrantes de la organización terrorista ETA Patxi Xabier Macazaga, Jon Zubiaurre, Imanol Miner y Asier García han reconocido este lunes en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional que planificaron el atentado fallido en el año 2000 contra la pareja de periodistas Aurora Intxausti y Juan Palomo.

Lo hicieron mediante la colocación de una bomba en la puerta de su domicilio, en el que también se encontraba su hijo de un año y medio. Ella trabajaba en 'El País' y él en Antena 3

A preguntas de la fiscal, los cuatro acusados han asegurado que reconocen los hechos relatados en el escrito de acusación, y por el que la Fiscalía pide 74 años y 4 meses de cárcel respectivamente -con un límite de cumplimiento efectivo de 30 años- por cada uno de los tres delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa y por un delito de estragos.

En la vista celebrada este lunes en la Audiencia Nacional la fiscal ha mantenido su petición de 74 años y cuatro meses de prisión para los entonces miembros del comando Gaua de la banda terrorisa Miner, García y Zubiaurre y el integrante del comando Donosti Macazaga, los tres primeros como autores materiales y el último por dar la orden de cometerlo.

El periodista de Antena 3, Juan Palomo, realiza declaraciones a la prensa a las puertas de la Audiencia Nacional.

El periodista de Antena 3, Juan Palomo, realiza declaraciones a la prensa a las puertas de la Audiencia Nacional. Efe

Testimonio de Palomo

En la sesión de este lunes, Juan Palomo ha detallado cómo ocurrieron los hechos la mañana del 10 de noviembre del año 2000. "Eran las ocho o las nueve. Cuando salía de casa, yo salía antes y luego mi mujer salía con nuestro hijo, que tenía entonces un año y medio, para llevarle a la guardería e ir a trabajar. Y yo me iba antes a trabajar".

"Cuando salí, abrí la puerta de mi casa y al abrir la puerta, sonó lo que a mí me pareció el sonido de un petardo. Y vi que en el suelo, en el felpudo, muy pegado a la puerta, había una maceta así grande, enorme", ha recogido Europa Press.

El periodista ha afirmado que la noche anterior, al llegar a casa, en la entrada no había nada. Fue entonces cuando pensó que pasaba "algo", por lo que le dijo a su mujer que se alejase del lugar con su hijo.

Cuando Palomo se le acercó para explicarle lo que había pasado, ella le estaba poniendo "un gorrito" al bebé. "Yo pensé que nos habían puesto un gato negro en la puerta o alguna cosa de esas, o sea, a modo de amenaza, advertencia. Y cuando veo ese tiesto, pues ya empecé a descontrolarme".

"Cogí al niño y, como empezó a llorar, pues nos fuimos a una habitación, cogí los Legos y empezamos a hacer construcciones", ha señalado.

Palomo, que por su trabajo conocía a algunos responsables de la Ertzaintza, llamó inmediatamente a los agentes. "A mí me pareció que tardaron mucho, pero es mentira. Llegaron enseguida. Oí los pasos subiendo los seis pisos corriendo. Llegaron y nos metieron para atrás", ha añadido.

El atentado finalmente falló, ha sostenido un agente, porque "explotó el detonador y falló la conexión entre el detonador y el artefacto en cuestión".

Pero las consecuencias según otro de los agentes que ha depuesto este lunes, hubiesen sido "incalculables". La explosión, ha aseverado este testigo, "hubiese destrozado todo el piso" e incluso "el de al lado".

"Era muchísimo explosivo. Con un kilo de explosivo vuela un coche entero. Allí había casi dos kilos y medio, más el cordón detonante, hubiese aumentado, los daños hubiesen sido tremendos, y más, encima, la metralla", ha explicado.

Testimonio de Intxausti

Aurora Intxausti ha señalado que cuando vio la maceta con el cable saliendo empezó a descontrolarse. "Entré en una nebulosa en la que no sabes cómo funciona el tiempo, el niño empezó a llorar por lo que cogí unos legos para entretenerle y la Ertzaintza nos dijo que nos pusiéramos en la habitación más alejada de la puerta".

Tal y como recoge Efe, ella ha dicho que "mi vida cambó radicalmente, tuvimos que abandonar el País Vasco ya que no era sano para el niño ir al parque con cuatro escoltas, como cambió la vida de todos los periodistas de Euskadi que no estábamos a favor de ETA y sus acólitos".

"Y no me veía yo en un parque con cuatro personas para columpiar a un niño. No era una vida sana para ningún bebé", ha recalcado la periodista. 

Ha relatado que unos amigos suyos perdieron el bebé que esperaban por el impacto de la noticia del atentado y ha recalcado: "veinticuatro años después sigo medicada y he estado sometida a tratamiento psiquiátrico y psicológico".