El centro de acogida de refugiados en Vitoria ya provocó un terremoto político la pasada legislatura. En esta, vuelve a la palestra de la mano del Partido Popular, que ha llevado una proposición no de ley al Parlamento vasco para pedir que se paralice este proyecto.
Una iniciativa que ha sido rechazada por PNV, PSE-EE, EH Bildu y Sumar, y apoyada por el propio PP vasco y Vox.
Los populares vascos sostienen que se trata de un proyecto que ha suscitado "el rechazo de muchos colectivos sociales y la preocupación entre la ciudadanía vitoriana". Además, hablan de un "macrocentro que sobrepasa el modelo de acogida conveniente".
El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha insistido en la "situación de desbordamiento" en la que se encuentra Euskadi con relación a la llegada de migrantes. "Tenemos un gobierno sin un Plan Migratorio y pretenden extender el caos de Canarias al resto de comunidades".
Asimismo, ha señalado que este tipo de infraestructuras puedes convertirse en "meros parches" y "en un eslabón más de la cadena de las mafias de tráfico de personas". También creen que serían más convenientes centros más pequeños con el fin de "garantizar una atención más personalizada".
Sí ha salido adelante la enmienda conjunta de PNV y PSE-EE, con el rechazo de PP y Vox y la abstención del resto de formaciones. En su texto, los socios de Gobierno no hacen referencia expresa a este centro, pero reafirman en "el impulso de un modelo vasco de acogida en colaboración con el Gobierno del Estado".
El presidente del PP vasco, Javier de Andrés / MIGUEL TOÑA - EFE
Solo PSE-EE defiende el modelo del centro
A pesar de que todos los grupos —menos Vox— han rechazado la iniciativa del PP, solo los socialistas vascos han asegurado estar a favor de este centro y han defendido su modelo.
"El PP quiere bloquear la solidaridad activa. Es necesario contar con las 350 plazas de las que podría disponer el centro de Arana", ha asegurado la parlamentaria socialista, Patricia Campello.
El PNV ha señalado que este centro es "fruto de la política del porque yo lo valgo del Gobierno central". "Con todas las ciudades que hay en el Estado, por ejemplo en Castilla-La Mancha, Extremadura o Asturias, o la llamada 'España vaciada', ha decidido instalarlo en Vitoria con el único criterio de mantener la presencia del Estado en Euskadi", ha asegurado Aitor Urrutia.
Los jeltzales han defendido el modelo vasco de acogida y la necesidad de "acoger bien". "Al PP le importa una higa el contenido de esta iniciativa porque solo busca estigmatizar a los migrantes".
Por su parte, EH Bildu y Sumar han dejado claro que este tipo de macrocentros "no son los mejores para los derechos de las personas migrantes" y abogan por modelos "más pequeños e individualizados".
"No nos gusta, pero defendemos la imperiosa necesidad de ayudar a estas personas. El camino a seguir es el acuerdo a través del Pacto Social Vasco por la Inmigración", ha defendido la parlamentaria de Bildu, Amancay Villalba.
Por su parte desde Sumar, Jon Hernández ha acusado a los populares de "no ser sinceros" por presentar esta iniciativa que consideran que está planteada "por otros motivos".