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'Luces para el futuro, etorkizunerako argi' es el paraguas bajo el que se ha celebrado este sábado el 25 aniversario del asesinato a manos del ETA del exvicelehendakari y entonces portavoz del PSE en el Parlamento vasco, Fernando Buesa, y del ertzaina que le escoltaba, Jorge Díez Elorza. Un acto que se lleva celebrando desde 2013 y que un año más ha sido conducido por la periodista Eva Domaika. 

Hoy la ciudadania vasca estaba citada a acudir a las 19.00 horas al Palacio de Congresos Europa (Álava) para recordar el crimen que conmocionó a la sociedad vasca, un evento que ha arrancado con una composición de Los Chicos del Coro. Ahora, veinticinco años después, los amigos y familiares de ambos quieren explicar por qué los jóvenes vascos deben hacer memoria de lo que sucedió en la época del terrorismo etarra. 

En este sentido, en la jornada de hoy, organizada por la Fundación Fernando Buesa, se ha puesto el foco en la transmisión generacional de la memoria: "La transmisión generacional de la memoria es uno de los retos de todas las sociedades humanas", se puede leer en el editorial titulado 'Luces para el futuro' de su Boletín: "Las jóvenes generaciones manifiestan en ocasiones una lejanía con el pasado que lo complica todavía más".

La rosa de Sara Buesa

A comienzos del acto ha tomado la palabra Sara Buesa, hija pequeña de Fernando Buesa y vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa. La psicóloga ha querido compartir sus reflexiones y anhelos haciendo un símil con una rosa: "Veo esta rosa y te veo a ti, aita. Con conciencia social, de fuertes convicciones, optimista, apasionado". 

Buesa ha querido recordar aquel día en el que tan solo tenía 19 años: "Recuerdo nuestra última conversación juntos, tomando café después de comer, justo antes de que salieras de casa el día que te mataron. Yo estaba cansada y me salté una clase del conservatorio. Hablamos de todas las cosas que yo hacía: la universidad, la música, los idiomas, el voluntariado", ha lamentado. 

"ETA acabó con tu vida, por defender la libertad de todos. Fuiste un hombre bueno, un hombre de paz. Y esa defensa a ultranza tuya de los derechos humanos y de ciudadanía me llena de orgullo y es una referencia para mí —y, añade—, cuando recuerdo los últimos tiempos de tu vida y los días después de tu asesinato, la tremenda polarización política que había, la fractura social, la tensión que vivíamos… se me pone un nudo en el estómago. Ahora estamos mucho mejor, pero la mentalidad de tribu, los rescoldos del odio y la exclusión del otro persisten", ha conlcuído. 

Por su parte, Jose Antonio Díez, padre de Jorge Díez, escolta de Buesa asesinado junto al político socialista, ha afirmado que 25 años después de aquel atentado "el dolor no ha desaparecido" dado que el recuerdo de lo ocurrido "sigue muy vivo". También ha recordado que el ambiente en aquella época era "tenso", con frecuentes "problemas" en las calles.