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Política

Vox insiste en su cruzada contra el euskera y propone impedir que se use en el Senado

La formación que lidera Abascal apuesta por el castellano por obligación para todos

Más información: Vox quiere obligar a todos los diputados a hablar sólo en español

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Vox es la tercera fuerza política nacional en el Congreso de los Diputados pero solo tiene tres senadores en la Cámara Alta. Ninguno de los tres cree en las lenguas cooficiales, ni en la necesidad de ampliar el uso del euskera en el debate parlamentario. Mucho menos, en el uso de los famosos pinganillos de traducción que tantas veces han criticado como gasto superfluo.

Por todo ello, los tres de Vox han suscrito una contundente enmienda contra la reforma del Reglamento del Senado en la que cargan contra el nuevo intento “separatista” de romper la unidad nacional. 

Su alternativa es sencilla y muy breve de explicar: castellano por obligación para todos. Así lo recogen en la propuesta de enmienda que acaban de registrar: “Los Senadores están obligados a utilizar el español en el ejercicio de su actividad parlamentaria, tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten en la Cámara”.

Para el partido que lidera el vizcaíno Santiago Abascal, el uso de las lenguas co-oficiales obedece a un “elemento de confrontación y división” y, sobre todo, es “un arma para destruir la unidad política de nuestro país”. “Los ataques contra la lengua española, con la falsa coartada de la protección de las lenguas regionales pretenden debilitar aquélla como elemento que es de cohesión política y territorial, generando fracturas sociales donde no existían”, explican en la justificación de su propuesta.

Poder hablar en euskera en la Cámara Alta es un “ataque separatista” que, según Vox, llevan a cabo los partidos nacionalistas en una hoja de ruta política en la que nunca se sacian en sus pretensiones, alegan.

“Con la excusa de su calificación constitucional de Cámara de representación territorial, el Senado ha sido el habitual campo de pruebas de los designios separatistas en esta materia, consiguiendo sucesivos avances en su agenda, como las reformas del Reglamento de la Cámara en 2005 y 2010 que han ido ampliando la esfera de uso de las lenguas regionales en la actividad parlamentaria del Senado”.

“Si inicialmente se trató de una utilización limitada en la Comisión General de las Comunidades Autónomas, posteriormente se amplió a otros supuestos como la presentación de escritos o la defensa de mociones en Pleno. Pero, como demuestra perfectamente la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados, modificaciones como las mencionadas no son para el separatismo más que pasos intermedios en los que es una ambición insaciable por hacer de las lenguas regionales un instrumento de confrontación”.

Los tres senadores de Vox también creen que el uso de lenguas cooficiales vulnera su ejercicio parlamentario. “Esta transgresión no se ve subsanada con la intermediación de un traductor, puesto que esta forma de participación parlamentaria siempre va a conllevar la pérdida de información y matices relevantes”, sostienen. Y cargan contra el coste superfluo que supone la traducción simultánea de la actividad parlamentaria. 

“La utilización en el Senado de las lenguas distintas del español no beneficia de ninguna manera a los españoles. Por el contrario, constituye un ataque contra el sentido común, ha sido un factor de gasto superfluo y de burocracia innecesaria y, sobre todo, es parte de un ataque más amplio contra el orden constitucional y contra la unidad de España”.

La normalización

Los grupos nacionalistas del Senado han dado un paso más en su defensa del multilingüismo en las instituciones y han registrado una batería de enmiendas para que el catalán, el euskera, el gallego y el aranés puedan utilizarse de forma plena y normalizada no sólo en los debates, sino también en los escritos, preguntas al Gobierno, documentos oficiales y hasta en la señalización interna del Senado.

Las propuestas nacionalistas abarcan más de una decena de artículos y disposiciones. En todos ellos se repite la misma idea: ampliar los derechos de los senadores para expresarse en cualquiera de las lenguas cooficiales y trasladar esa normalidad al día a día de la institución.

Los nacionalistas, entre los que se encuentran los senadores del PNV y EH Bildu, quieren que cualquier senador pueda intervenir en el Pleno, en las comisiones y en los actos de representación oficial en la lengua cooficial que elija.

También proponen que las iniciativas legislativas, las preguntas escritas y orales al Gobierno o las interpelaciones puedan formularse en esas lenguas, y que el Ejecutivo esté obligado a responder en la misma.

Asimismo, plantean que los escritos registrados en la Cámara y las solicitudes de documentación puedan realizarse en cualquiera de estas lenguas, algo que, hasta ahora, solo se permite en castellano.

Diario de Sesiones y señalización

Otra de las novedades sería que el Diario de Sesiones recoja las intervenciones en la lengua original en que se produjeron, con su traducción al castellano incluida después. Además, proponen que el uso del catalán, gallego, euskera y aranés se extienda a otros ámbitos cotidianos del Senado: publicaciones, web institucional, redes sociales, comunicaciones internas, papelería, señalética y cartelería.