Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de las Cataratas, un problema ocular que todavía es la causa más común de pérdida de visión en personas mayores de 40 años y el principal motivo de ceguera en el mundo.
Se trata de una afectación contra la que hoy en día no hay tratamiento farmacológico que la cure o la prevenga y que produce una disminución de la agudeza visual de manera paulatina. “Comienza penalizando la visión lejana y poco a poco te vas volviendo miope”, explica el oftalmólogo de la Policlínica Gipuzkoa, el doctor Héctor Fariña.
Corregir y retrasar los síntomas
Sin embargo, los avances de la medicina permiten que a través de una cirugía se puedan retrasar los efectos. A medida que avanzan los estudios sobre este problema ocular, está cada vez más comprobado que está relacionada con la luz ultravioleta y factores oxidativos (como el tabaquismo).
“Una de las bondades de esta cirugía es que, además de corregir la catarata, te libera de cualquier ametropía previa que tuviera el paciente”, explica Fariña. Además, añade, actualmente se utiliza la misma técnica quirúrgica para la extracción del cristalino transparente con fines refractivos en especial para la corrección de la presbicia y demás ametropias (miopía, astigmatismo e hipermetropía).
El especialista también aconseja protegerse del sol, sobre todo, en los meses de mayor exposición con unas buenas gafas. “Asimismo, la visita rutinaria al oftalmólogo, sobre todo, a los 55 años, edad en la que hay que monitorizar la aparición de la catarata”, añade el oftalmólogo.
Consecuencia del envejecimiento
Según el doctor la catarata ocupa entre el 15% y el 20% de las visitas en su consulta. “Al fin y al cabo, la catarata surge como consecuencia del envejecimiento natural del cristalino; se vuelve blanco”, explica. Sin embargo, se puede corregir por cirugía extrayendo el cristalino opaco con una sencilla intervención quirúrgica ambulatoria.
Con todo, con el aumento de la esperanza de vida, el doctor prevé que los casos de cataratas también aumenten. “Por eso, se recomienda acudir al oftalmólogo anualmente, aunque no se padezca ningún problema relacionado con la visión”, concluye Hector Fariña.