“En los últimos tiempos, hemos podido comprobar cómo la infección por SARS-Cov-2 se relaciona con diferentes problemas capilares. Es especialmente frecuente que después del Covid-19 se produzca una caída de pelo intensa llamada efluvio telógeno. De hecho, es sorprendente la frecuencia con la que desde el verano de 2020 estamos recibiendo pacientes con efluvio telógeno post-COVID”, explica la doctora Ana González Elósegui, de la Unidad de Implante Capilar de Policlínica Gipuzkoa.
Se trata de una caída de cabello intensa producida por el estrés físico que la infección SARS-CoV-2 produce en el organismo. Según la experta, “suele aparecer dos o tres meses después de la infección y afortunadamente se resuelve de forma espontánea, aunque en algunos casos puede ser útil realizar tratamientos médicos para acelerar esta resolución”.
Un estudio describe una serie de 191 pacientes con efluvio telógeno tras infección SARS-CoV-2 confirmada. El 78% fueron mujeres y el 84% había presentado fiebre. La latencia media entre la COVID-19 y el efluvio fue de 2 meses. Más del 50% de los pacientes presentó un efluvio con una intensidad alta o muy alta. Como dato interesante, un 14% de pacientes había presentado una infección SARS-CoV-2 asintomática.
Efluvio telógeno agudo
Según explica la doctora Ana González-Elósegui, “el efluvio telógeno agudo es una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello muy llamativa durante un período de tiempo limitado y reversible. Es muy frecuente en mujeres jóvenes, pero también puede suceder en varones y a pacientes con edades mayores”.
“Las causas más habituales -afirma- del efluvio telógeno agudo suceden cuando la raíz del folículo piloso sufre un daño específico que interrumpe su ciclo de crecimiento". "Desde que se produce el daño hasta que la caída resulta evidente pasan unos dos o tres meses”, añade.
Las causas
Algunos ejemplos de agresiones que pueden producir un efluvio telógeno son las infecciones, las cirugías, eventos traumáticos o estresantes, un parto, déficits vitamínicos, etc. En ocasiones la causa no se podrá identificar claramente y en otras situaciones los motivos del efluvio son múltiples.
Cuando la causa es tratable (por ejemplo, déficit de hierro) es importante corregirla para que el efluvio telógeno mejore. El efluvio telógeno es especialmente frecuente después de la infección por Covid-19 o debido al estrés generado por la situación de confinamientos, restricciones y cambios de hábitos de vida sufridos en los últimos tiempos.
Los síntomas
“Con el efluvio telógeno agudo -detalla la doctora González Elósegui, de la Unidad de Implante Capilar de Policlínica Gipuzkoa- es habitual notar una pérdida muy marcada del cabello, dejando pelos aislados o mechones en la ducha, lavabo, sofá, etc. La caída será todavía más alarmante cuando el cabello sea largo y oscuro, ya que su presencia será más evidente. Se acompaña de una disminución del volumen de la melena, que puede notarse al recogerse el pelo con una coleta. En los casos más acentuados se pierde densidad capilar dejando entrever el cuero cabelludo al clarear”.
Llegado este punto, lo más importante de este cuadro, según la experta, es que el paciente sepa que esto es reversible y su pronóstico capilar es excelente. Nunca conduce a una calvicie por sí sola, siempre que el paciente no tenga alopecia androgénica al mismo tiempo. Cuando la causa del efluvio telógeno cesa, el problema se resuelve por sí solo tras varios meses de recrecimiento del cabello.
Tratamiento
Desde la Unidad de Implante Capilar de Policlínica Gipuzkoa advierten que “algunos de los tratamientos más utilizados son los suplementos vitamínicos y nutricionales, que tendrán que ajustarse a cada caso. En ocasiones también es beneficioso el uso de lociones o serums que regulen el ciclo capilar y fortalezcan el pelo en recrecimiento”.
“Sin embargo -añaden-, hay que insistir en que la mayoría de los casos de efluvio telógeno se deben a causas puntuales y aisladas en el tiempo. Por eso la mayoría de las veces no se necesita ningún tipo de tratamiento y hay que esperar a que el cabello se renueve por sí solo”.
Diagnóstico
El diagnóstico del efluvio telógeno se realiza clínicamente, con la entrevista en consulta y la exploración médica, y mediante tricoscopia digital, realizada en consulta con un microscopio de mano.
Un aspecto importante en opinión de los expertos es realizar un estudio analítico completo. Se solicitarán pruebas de tiroides, niveles de hierro, oligoelementos y vitaminas, y otros parámetros que el médico considere según el caso individual de cada paciente.
Recomendaciones
El efluvio telógeno agudo tiende a desaparecer por sí mismo cuando la causa inicial desaparece. Por lo tanto, el primer “tratamiento” sería detectar la causa y eliminarla si sigue presente. La caída se frenará progresivamente, notando cada vez menos pérdida de pelo. Después comenzará una fase de recrecimiento con pelo fino corto que, poco a poco, se engrosará hasta recuperar la longitud y el tallo habitual. Todo este proceso es muy lento y puede durar hasta 12 meses, por lo que no hay que alarmarse si no se nota mejoría antes.
El tratamiento más específico del efluvio telógeno agudo se recomienda cuando:
- La causa no se puede eliminar o va a estar presente mucho tiempo y hay riesgo de que el efluvio se convierta en un proceso crónico (de varios meses de duración).
- Queremos favorecer la fase de recrecimiento y preparar el folículo piloso para que regenere el cabello correctamente.
- Se detecta una alteración analítica que necesita un suplemento o fármaco.
En todos los casos se recomienda el lavado frecuente del cabello (un mínimo de 3-4 veces a la semana) para eliminar todo el pelo maduro que va a caer tarde o temprano. Al contrario de la creencia general, esta medida acortará la fase de caída y acelerará la llegada de la fase de recrecimiento.
Sin embargo, hay que insistir en que la mayoría de los casos de efluvio telógeno se deben a causas puntuales y aisladas en el tiempo. Por eso la mayoría de las veces no se necesita ningún tipo de tratamiento y hay que esperar a que el cabello se renueve por sí solo.