La Medicina Interna es probablemente una de las especialidades más desconocidas pese a que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de todas las enfermedades que pueden afectar al adulto, siempre que no requiera de una intervención quirúrgica.
Su radio de acción abarca la atención integral del paciente y, aunque se trata de una especialidad hospitalaria para pacientes agudos enfermos, también atiende crónicos y en consultas.
Cinco años de formación
Los internistas trabajan en centros hospitalarios o de asistencia médica y su función es atender de forma multidisciplinar los problemas de salud de los pacientes siempre en coordinación con otros especialistas.
La carrera de médico internista es una de las más largas porque son cinco años de especialidad vía MIR y una de las formaciones más exigentes porque lo estudia todo, la atención completa del enfermo adulto.
¿Cuál es su función?
Su campo de acción se centra en el paciente pluripatológico, el enfermo con un proceso difícil de diagnosticar, o ayudando al diagnóstico y seguimiento de las enfermedades más frecuentes o de las infecciones de los enfermos operados y oncológicos.
“Uno de los problemas que tiene la ciudadanía es que cuando viene al médico internista no sabe exactamente qué es. Por eso es importante explicar que la medicina interna es una especialidad médica para tratar a pacientes adultos, y ahora adolescentes, con enfermedades médicas agudas o crónicas”, explica el jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Bizkaia, el doctor Gabriel Inclán, para dar tres pinceladas sobre el cometido de esta especialidad.
Conocer las causas
El doctor Inclán explica que el proceso se inicia a partir de “una historia clínica para intentar conocer la causa”. “La base del conocimiento del internista sigue siendo el bolígrafo y el papel. La clave está en preguntar, porque si no preguntas es imposible saber lo que pasa. Tenemos que indagar, nosotros no podemos ver la herida”, aclara.
“Los internistas no tenemos ojo clínico bueno o malo, sino que somos estudiosos o conocedores, porque al final el ojo clínico se basa en el conocimiento”, señala. “Dar con el problema que preocupa al paciente no es fácil, puesto que son muchos los factores a tener en cuenta porque, en primera instancia, es complicado concretar de qué patología se trata.
Los motivos de consulta son innumerables, aunque “los más prevalentes son los pacientes hipertensos, diabéticos o con hipercolesterolemia, anemia, dolor abdominal, cefaleas…”, enumera el especialista del Hospital Quirónsalud Bizkaia.
Prevenir antes que curar
El doctor Inclán admite que los internistas son el médico al que muchos pacientes visitan por enfermedades difíciles de diagnosticar, con síntomas poco consistentes, que vienen por ganglios, fiebre, por una pérdida de peso inexplicable o por otros motivos poco claros.
Por ello, insiste en que hay que acudir al especialista antes de que la enfermedad vaya a más y defiende la prevención como primer dique que debe frenar el desarrollo de una dolencia.
“Tenemos una incidencia muy elevada de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, donde confluyen la hipertensión, la hipercolesterolemia, la obesidad y la diabetes, que aumentan la aparición de este tipo de enfermedades vasculares. Vivimos más años y tenemos más riesgos. Además, son enfermedades que no duelen casi nunca. Y la mejor manera que tenemos de combatirlas o de ordenarlas es con la prevención”, explica el facultativo.
La lección del Covid
La pandemia ha puesto de manifiesto que la Medicina Interna es una especialidad fundamental, tanto en los momentos más álgidos del coronavirus como ahora que se están multiplicando los casos de Covid persistente. El doctor Inclán alerta de que hay que estar preparados para una situación similar en el futuro.
“Seguimos sin conocer la causa. Las pandemias pueden llegar de cualquier parte del mundo: por cambios antropogénicos, viajes cada vez más globales, calentamiento global y desertización, migraciones en masa, conflictos bélicos…” ha señalado.
La obesidad, la nueva pandemia
Desde el confinamiento, el sobrepeso y la obesidad son enfermedades que están en la agenda de la Medicina Interna, sobre todo porque estas patologías promueven la aparición de otras enfermedades de mayor gravedad.
“La obesidad es una pandemia, fundamentalmente en países avanzados”, alerta el doctor Gabriel Inclán, quien recuerda que “es una enfermedad porque puede llegar a producir hipertensión, diabetes tipo 2, arteriosclerosis… Si ponemos el núcleo en la obesidad como enfermedad, probablemente el desarrollo de tratamientos sería mucho más rápido”, comenta el especialista de Quirónsalud Bizkaia.
El doctor Inclán considera que la obesidad es un trastorno al que hay que darle más importancia de la que se le ha prestado hasta ahora. Sin embargo, no lo achaca exclusivamente a una mala alimentación, sino a un mayor sedentarismo de la sociedad. “La mejor manera de combatir el sobrepeso, en principio, es comer menos o gastar más de lo que necesitamos”, concluye.