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Euskadi es una tierra llena de rincones sorprendentes que muchas veces pasan desapercibidos ante los ojos de los viajeros. Aunque ciudades como Bilbao, San Sebastián o Vitoria-Gasteiz atraen la mayor parte de la atención, existen paisajes espectaculares y miradores impresionantes que aún están por descubrir para muchos. Son lugares en los que la naturaleza muestra toda su belleza y donde el tiempo parece detenerse, ofreciendo experiencias únicas para quienes se aventuran a explorarlos.

En medio de la tranquilidad de los parajes naturales, lejos del bullicio de las grandes ciudades, se encuentran auténticos tesoros que bien merecen una visita. Euskadi ofrece múltiples oportunidades para desconectar del estrés diario y disfrutar de la calma que solo la naturaleza puede br

indar. Senderos rodeados de bosques, cumbres imponentes y miradores que regalan vistas inolvidables son solo algunos de los atractivos que esperan a quienes buscan un contacto más profundo con el entorno.

El mejor mirador de Bizkaia

Uno de estos lugares mágicos es el mirador de las Tres Cruces, ubicado junto al Santuario de Urkiola, en la provincia de Bizkaia. Este mirador es considerado uno de los mejores de Euskadi gracias a sus vistas panorámicas de ensueño. Su nombre proviene de las tres cruces que se alzan en lo alto, añadiendo un toque místico y simbólico al lugar. Además de la belleza natural que lo rodea, este mirador está cargado de historia y tradición, ya que el Santuario de Urkiola es un lugar de peregrinación muy importante en la región.

Para llegar a este espectacular mirador, el acceso es sencillo y cómodo. Junto al Santuario de Urkiola se encuentra una amplia explanada con parking gratuito, lo que facilita la visita sin preocuparse por el estacionamiento. Desde allí, solo hay que seguir el camino que parte hacia la izquierda hasta llegar al final del sendero, donde espera la impresionante panorámica que ofrece el mirador. La caminata es corta y apta para todo tipo de visitantes, convirtiéndolo en un destino ideal para una excursión en familia o con amigos.

Una vez en el mirador de las Tres Cruces, la recompensa es inigualable: unas vistas impresionantes de los montes que rodean la zona, como el Anboto, el Alluitz y otras cumbres del Parque Natural de Urkiola. El paisaje es un espectáculo cambiante a lo largo del año, con el verdor intenso de la primavera y el verano, los tonos ocres del otoño y la nieve que cubre las cimas en invierno. Es un lugar perfecto para hacer fotografías, respirar aire puro y sentir la inmensidad de la naturaleza en todo su esplendor.

Si buscas un rincón especial en Euskadi donde disfrutar de vistas de ensueño y un entorno natural privilegiado, el mirador de las Tres Cruces es una visita obligada.