Euskadi, con su rica cultura, paisajes impresionantes y tradiciones arraigadas, ofrece innumerables rincones para quienes buscan una escapada tranquila durante la Semana Santa. Más allá de los destinos turísticos habituales, existen lugares menos conocidos que brindan experiencias únicas y memorables.
La comunidad vasca esconde parajes que, aunque no figuran en las principales guías turísticas, poseen un encanto singular. Por ejemplo, el Valle de Ayala, protegido por la Sierra Salvada, alberga monumentos históricos como la Torre de Murga y es conocido por su fuerte vórtice energético, considerado uno de los más potentes del País Vasco. Otro tesoro es el Valle de Labetxu, conocido como el 'País Vasco de color', situado en el monte Jaizkibel, que ofrece formaciones rocosas de arenisca con colores sorprendentes y formas peculiares.
El Cargadero de Mollarri: la joya oculta de Euskadi
Entre estos lugares menos conocidos destaca el Cargadero de Mollarri en Zarautz. Ubicado en el collado que abraza la playa de Zarautz desde el este, conocido como Talaimendi, este antiguo cargadero de minerales ofrece una combinación perfecta de historia, naturaleza y vistas panorámicas.
Construido en 1906, el Cargadero de Mollarri tenía como objetivo facilitar la exportación del hierro extraído en las minas de Andazarrate, situadas en Asteasu, a más de 10 kilómetros de distancia. El mineral se transportaba en vagonetas a lo largo de un tranvía aéreo sostenido por 112 torretas hasta un almacén de mampostería en Talaimendi. Desde allí, otro funicular similar salvaba los 300 metros de distancia y 35 metros de altura hasta el cargadero marítimo situado en el islote de Mollarri, donde se construyó un cargadero de tipo Cantilever (voladizo).
Este sistema, diseñado por el ingeniero Wilhelm Vahl Müller, estuvo en funcionamiento desde 1906 hasta mediados de los años 20. Posteriormente, en los años 40, fue trasladado para reutilizarse en otro lugar, probablemente la Fábrica de Cemento de Arrona en Zestoa.
Actividades y miradores en Mollarri
Visitar el Cargadero de Mollarri es una experiencia que combina senderismo, historia y paisajes costeros. Para llegar, se recomienda dirigirse al camping de Zarautz y tomar el camino de la izquierda, bordeando el camping hasta llegar a un mirador que ofrece vistas impresionantes del mar y la costa. Desde allí, se pueden descender 439 escalones que conducen a Zarautz, proporcionando una perspectiva única del entorno.
Además, existe otro sendero que lleva a una cala y a otro mirador. Sin embargo, es importante señalar que, según algunos visitantes, las escaleras de acceso a esta cala no se encuentran en buen estado y pueden ser peligrosas, por lo que se recomienda precaución.
Euskadi es una tierra llena de sorpresas, donde cada rincón cuenta una historia y ofrece una experiencia única. El Cargadero de Mollarri en Zarautz es un claro ejemplo de ello: un lugar que combina patrimonio industrial, belleza natural y tranquilidad, perfecto para una escapada durante la Semana Santa. Al explorar estos parajes menos conocidos, no solo descubrimos la riqueza cultural y natural de la región, sino que también contribuimos a su preservación y valorización.