Balmaseda / Turismo de Balmaseda

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Rutas de Euskadi

El pueblo medieval más viejo y bonito de Euskadi: 800 años de historia y perfecto para una escapada

La geografía vasca no deja de sorprender con lugares que merecen ser descubiertos por su trascendencia histórica y su singular belleza

El rincón desconocido de Euskadi para descansar esta Semana Santa: una joya oculta con preciosas vistas

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Euskadi es una tierra de historia milenaria, donde cada rincón esconde relatos fascinantes que han moldeado su identidad. Aunque muchas personas conocen sus grandes ciudades y sus paisajes naturales, existen pueblos con un legado impresionante que a menudo pasan desapercibidos. Son estos enclaves, cargados de tradición y belleza, los que nos transportan a épocas pasadas y nos permiten comprender mejor la riqueza cultural del País Vasco.

La geografía vasca no deja de sorprender con lugares que merecen ser descubiertos por su trascendencia histórica y su singular belleza. Entre montañas, valles y ríos, se encuentran pueblos con calles empedradas, iglesias centenarias y casonas de piedra que reflejan el esplendor de tiempos pasados. Estos rincones no solo ofrecen paisajes idílicos, sino que también guardan la esencia de una historia que ha resistido el paso de los siglos.

Este es el primer pueblo vasco de Euskadi

Uno de estos tesoros es Balmaseda, el pueblo más antiguo de Euskadi, fundado en 1199 por don Lope Sánchez de Mena, señor de Bortedo. Le otorgó el Fuero de Logroño, convirtiéndolo en la primera villa del Señorío de Vizcaya. Su ubicación privilegiada, entre montañas y a orillas del río Cadagua, lo convirtió en un lugar ideal para la construcción de una ciudad fortificada. Además, su proximidad con Castilla y la existencia de una antigua calzada romana facilitaron el desarrollo de rutas comerciales que impulsaron su crecimiento.

Desde su fundación, Balmaseda fue un lugar de acogida para una población heterogénea compuesta por artesanos, labradores y comerciantes. Destacó especialmente la presencia de una influyente aljama judía que contribuyó al desarrollo económico de la villa. Esta diversidad permitió que Balmaseda prosperara como un centro comercial y artesanal clave en la comarca de Las Encartaciones.

Su ubicación estratégica en el valle de Mena y su cercanía con Castilla hicieron de Balmaseda un enclave fundamental en las rutas comerciales medievales. De hecho, se cree que su historia podría remontarse a la época romana, ya que en la zona se han encontrado vestigios de antiguos caminos que podrían haber formado parte de la infraestructura viaria del Imperio Romano. Esta conexión con el pasado romano refuerza la importancia de Balmaseda como un punto clave en la historia del comercio y el transporte en la región.

La espectacular Semana Santa de Balmaseda

Según el reconocido medio National Geographic, Balmaseda es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi. Además de su impresionante casco histórico, este medio destaca su espectacular procesión de Semana Santa, considerada una de las más impactantes de la región. La villa, con su aire medieval y su marcado carácter religioso, se convierte en el escenario perfecto para una de las tradiciones más emblemáticas de la comunidad vasca.

La Semana Santa en Balmaseda es un evento de gran interés turístico, especialmente por su sobrecogedora representación de la Pasión Viviente. Desde la noche del Jueves Santo hasta el Viernes Santo, las calles del pueblo se transforman en un escenario teatral donde los habitantes reviven los últimos momentos de Cristo con una devoción inquebrantable. Según National Geographic, esta tradición se remonta al siglo XIX, aunque algunos historiadores sugieren un origen aún más antiguo, situándolo en 1480, cuando una epidemia de peste asoló la villa. Esta conmemoración, cargada de emoción y fervor, refuerza el carácter histórico y cultural de Balmaseda, convirtiéndolo en un destino imprescindible para los amantes de la historia y las tradiciones.