Euskadi y sus alrededores cuentan con una gran variedad de rutas asombrosas que ayudan a descubrir auténticas joyas naturales, culturales y gastronómicas. Entre ellas sobresalen la ruta del Flysch en la costa de Gipuzkoa y el Camino de Santiago por Araba y Bizkaia, así como las imprescindibles rutas por los parques naturales de Urkiola, Gorbeia y Aizkorri-Aratz. Sin embargo, existe una en Navarra no muy conocida. Esta es la región del Plazaola.
Un territorio húmedo donde uno se topa con los mejores y enormes hayedos y robledales de la zona y con unas cuevas y unas cascadas que no dejan a nadie indiferente. Este se extiende, según la revista cultural National Geographic en su artículo El camino que une Pamplona y San Sebastián entre túneles, cascadas y paisajes de otro tiempo, se extiende desde la Sierra de Aralar hasta los bosques del parque natural de Artikutza y pasa por joyas como la Cueva de Mendukilo y el Monasterio de San Miguel de Aralar, lo que lo convierte en un destino perfecto para los deportistas más curiosos.
Plazaola, la ruta más curiosa y preciosa
Aunque, como apunta la misma revista, el Plazaola ('ferrería de la plaza' en euskera, término que figura en textos del siglo XV y que se refiere a las explotaciones que definen la zona) original se ubicaría en Gipuzkoa, "justo donde esta se da la mano con Navarra". Pero en este precioso camino el agua es el protagonista. Son los ríos Larraun y Leizaran los que marcan el ritmo.
"El primer río es de la cuenca mediterránea, mientras que el segundo es de la cantábrica. Para saltar de una a otra, la vía se vale del túnel de Uitzi, que con sus 2.630 metros no solo es el más largo de la red de Caminos Naturales, sino de todas las vías verdes de Europa. En total, se pasa por más de cincuenta túneles, muchos excavados en roca viva, que atraviesan este terreno escarpado donde algún cortado calizo se llega a desplomar sobre la vía", expone.
Después, uno podrá observar los maravillosos robledales, hayedos, azudes, cascadas, caseríos, alisedas, ferrerías abandonadas (que también se encuentran en la vía, pues hubo un ferrocarril que llevaba hierro a los puertos vascos inaugurado en 1905 con un trazado de 20km) o estaciones de tren, entre otras.
Paradas importantes
En la actualidad uno puede recorrer 78 kilómetros (los que hay entre Pamplona y Andoain) del viejo recorrido. En el caso de realizar el camino en un solo sentido, es más fácil hacerlo de Pamplona hasta San Sebastián/Donostia con un terreno más "llevadero" en la primera parte del trayecto y con 35 kilómetros de descenso, hasta llegar a Andoain, en el segundo tramo. "Por su parte, quienes prefieran hacer solo un tramo de ida y vuelta, harían bien en quedarse entre Irurtzun y Leitza, ya que esta zona concentra los puntos más icónicos del recorrido y evita los desniveles del tramo guipuzcoano", añade la revista.