Hay momentos en los que la ciencia debe abrir su propio camino para aportar conocimiento entre tanta confusión política. Ocurre con la vacunación. Más allá de las estrategias logísticas aplicadas por cada comunidad autónoma en España a la hora de vacunar, donde Euskadi sigue en el furgón de cola, se encuentra la evidencia científica. "Estamos en una carrera contrarreloj entre la vacunación y los casos, por eso es necesario hacer todo lo posible por vacunar adecuadamente cuanta más gente posible en el tiempo más corto posible", advierte en una entrevista concedida a Crónica Vasca el prestigioso epidemiólogo Adolfo García-Sastre (Burgos, 1964), catedrático de Medicina y Microbiología y codirector del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes y de la Escuela de Medicina de Icahn en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
El exconsejero vasco y exdirector de sistemas de Salud de la OMS, Rafael Bengoa, ha dicho recientemente que esta pandemia es un ensayo del que debemos aprender porque en el futuro habrá virus más letales. ¿Qué opina usted?
Sí habrá más pandemias, algunas más letales, algunas menos letales, quizá se tarde 100 años antes de otra, o quizá nuestra generacion vuelva a ver otra. Y por eso hay que estar preparado para responder rápidamente. El problema que ha habido con esta pandemia no ha sido tanto cómo se ha respondido, sino cómo se ha podido responder. No se han podido tomar las medidas necesarias al principio porque no existian recursos para poder hacer frente a esta pandemia. Esos recursos se tienen que generar y mantener, una vez que la pandemia sea contenida.
Esa contención pasa por la vacunación contra el virus, y la campaña en Euskadi y otras comunidades ha derivado en críticas políticas por las estrategias diseñadas por cada una de ellas...
No estoy muy al tanto de la logistica en cada una de las comunidades. Lo que sí se es que estamos en una carrera de contrarreloj entre la vacunacion y los casos. Se necesita hacer todo lo posible por vacunar adecuadamente cuanta mas gente mejor en el tiempo mas corto posible, sin descuidar las medidas de diagnostico, traceo y aislamiento para seguir controlando el numero de contagios.
El problema con esta pandemia no ha sido tanto cómo se ha respondido, sino cómo se ha podido responder
Es por tanto coveniente acelerar al máximo el proceso de vacunación...
Sí, cuanto antes lleguemos a un número elevado de vacunados, antes se acabara la pesadilla del covid-19.
Hay nuevas cepas del virus, como la británica, que se transmiten a una mayor velocidad. ¿Qué implicaciones tiene y cómo se las puede hacer frente?
Una variante más contagiosa siempre va a dar lugar a más problemas, porque es más dificil todavía el mitigar los contagios. Sin embargo, aun no es muy abundante, y eso hace que se disponga de algo de tiempo antes de que se haga predominante. Por otro lado, la variante es susceptible a los anticuerpos que se generan en los vacunados, por lo tanto, lo mejor para prevenir los problemas que esta variante pueda causar es vacunar a la población lo más rápido posible.
Estamos en una carrera de contrarreloj entre la vacunación y los casos; se necesita vacunar cuanta más gente mejor en el tiempo más corto posible
Sabemos que la vacuna es efectiva en un 95 por ciento, pero no asegura una completa inmunidad. ¿Se podrá volver a la normalidad conocida por todos antes de la pandemia?
Estoy convencido de que si se vacuna a la gente, el virus no desaparecerá, pero los casos severos serán muy pocos, y se podrá volver a una vida normal, pendiente, por supuesto, de una recuperación económica.
Vivimos en un mundo globalizado en el que es accesible casi cualquier punto de un planeta cada vez más poblado. ¿Qué implicaciones tiene a la hora de la propagación de los nuevos virus?
Está claro que cuanta más población, más probable es que haya una pandemia. Eso no va a cambiar. Pero se puede trabajar en lograr medicamentos de amplio espectro contra los virus, de los cuales no disponemos en este momento. También se puede trabajar en poner los recursos necesarios para contener una pandemia, con el suficiente tiempo, para que se empiecen a administrar vacunas específicas.