Las comunidades autónomas se van a blindar en los días festivos de marzo y abril. Es decir, las personas deberán permanecer en sus provincias para evitar la propagación del coronavirus el próximo fin de semana, el Puente de San José. Los vascos tendrán total libertad de movimiento para viajar por Euskadi, pero no podrán ir a la provincia limítrofe, Cantabria. La comunidad de Miguel Ángel Revilla va a cerciorarse de que muchos vascos no acudan a sus segundas residencias si no es por motivos excepcionales. Cantabria va a poner en marcha desde el próximo viernes "dispositivos especiales" para controlar que se cumplen las medidas de seguridad. Así, lo ha confirmado hoy la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, con dispositivos de control en las carreteras que conectan Cantabria con Euskadi y con Castilla y León. 



Quiñones ha hecho esas declaraciones con relación al acuerdo que se llevó a cabo ayer entre el Gobierno central y las comunidades. El acuerdo se cerraba con el cierre perimetral de cada provincia. En este sentido el Gobierno vasco ha argumentado su posicionamiento a favor del documento pues permite mantener "mayores medidas de prevención, como las vigentes ahora en Euskadi". Este cierre se reforzará en Euskadi en el 17 y el 21 de marzo, por San José y desde el 26 de marzo al 9 de abril por la Semana Santa. 

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ya advertía ayer que aunque se ha producido una mejoría, llegar al objetivo de 60 casos por cada 100.000 habitantes que su propio gobierno marcó "está lejos" y "va a costar". Esta cifra permitiría una libertad de movimiento mayor, posiblemente fuera de Euskadi, y viajar a otras comunidades autónomas sería más fácil. Aunque, se debería mantener cierto control y medidas de seguridad para continuar con el buen control y gestión de la pandemia.