Las reservas en hoteles vascos durante Semana Santa han cumplido las peores previsiones de las Asociaciones hoteleras que sitúan la ocupación por debajo de la mitad de su capacidad en todos los casos y apenas un 20% en un gran número de establecimientos, la mayoría en Bizkaia con una caída de más del 60% en las ventas en una semana que "ya es complicada de por sí para los hoteles", condicionados por una actividad empresarial muy limitada. La cifra se enmarca en el contexto de la evolución general de la actividad registrada por el sector de la hostelería, así como la ausencia eventos empresariales, que representan la mayoría de reservas en este tipo de establecimientos.
"No solo dependemos de clientes que espontáneamente se organizan para venir a Bilbao, dependemos en gran medida de la programación de eventos y reuniones anuales, turoperadore y congresos organizados con antelación y eso hoy por hoy no existe", asegura Álvaro Díaz Munio, presidente de la asociación hotelera Destino Bilbao, donde la producción en los hoteles ha caído un 80% la pasada semana respecto a años anteriores. Los días festivos no han compensado ni mucho menos el desplome que el sector arrastraba los primeros meses del año en las pernoctaciones con un retroceso de más del 70% en los tres territorios y mayor repercusión en Gipuzkoa, con descensos en las entradas y en las pernoctaciones del 80,5% y del 79,5%, respectivamente durante el mes de febrero. Actualmente, los hoteles que permanecen abiertos en la provincia pueden tener ocupaciones en torno al 50% concentradas casi exclusivamente en los días santos.
"Contando con que muchos establecimientos siguen cerrados dejaría la media muy por debajo", afirma Paul Liceaga, director de asociaciones sectoriales de Adegi, "en todo caso el riesgo de nuevas restricciones y que no se ve movimiento hasta verano justifica que muchos de los establecimientos permanezcan cerrados, datos que lamentablemente complican la extremadamente compleja situación en la que se encuentran los hoteles". Ante la sucesión de cierres perimetrales y un escenario incierto para los próximos meses, cerca de la mitad de los hoteles vascos han permanecido cerrados, muchos sin fecha prevista de apertura, lo que reduce la oferta para aquellas personas que han optado por reservar los días festivos. Algunos abrían sus puertas con vistas al puente de San José pero, en el marco de un nuevo cierre de fronteras, no son pocos los que se plantean un cierre provisional y con pocas expectativas de cara al verano, sin apenas reservas a día de hoy.
Alivio en alojamiento rurales
Los que sí han triunfado durante los días festivos han sido los alojamientos en entornos naturales cuya ocupación media ha superado el 80% de ocupación a pesar de las escasas expectativas del sector, con un 15% de ocupación media para Semana Santa en el mes de febrero y pérdidas acumuladas del 80%. La semana de Pascua, sin embargo, hace años que se caracteriza por las reservas a última hora, lo que ha acentuado los cambios en las medidas para hacer frente a la pandemia y ha permitido un repunte en el último momento que ha permitido mejorar las previsiones iniciales. La cifra de ocupación en los alojamientos asociados a Nekatur, asociación que engloba al 75% de estos establecimientos vascos, no ha variado en exceso de la que obtuvieron en 2019, impulsada por la celebración de la final de la Copa entre la Real Sociedad y el Athletic y un público casi íntegramente euskaldun.