La Inspección de Educación del Gobierno vasco identificó cien casos de acoso escolar durante el curso 2019-2020. Esta cifra es superior a la del año anterior, cuatro casos más, lo que supone un 12,5% del total de posibles situaciones de 'bullying' analizadas. Según el Departamento de Educación, este aumento de casos no se debe a que haya un mayor número de casos de acoso, sino a que se investigan los problemas con un "mayor celo".
Los centros educativos vascos y la Inspección de Educación analizaron 795 casos de posibles prácticas de acoso escolar el pasado curso, lo que supone 40 más que en el curso 2018-2019.
La viceconseja de Educación, Begoña Pedrosa, ha precisado que este incremento, que ya se viene observando durante los últimos años, no está motivada por un aumento de los casos de acoso, sino por una "mayor sensibilidad" social respecto a este problema y a un "mayor celo" de los centos escolares y de la inspección. "Ante la menor duda, se analizan los casos de posible 'bullying'", ha señalado.
De las 795 situaciones analizadas, finalmente se determinó que en cien de ellas se había producido una práctica de acoso escolar, lo que representa el 12,5% de los todas las analizadas. Durante el curso anterior, el 2018-2019, los casos identificados como 'bullying' fueron 96. De los 100 casos de acoso, la mayoría, 63, se produjeron en aulas de la ESO, y 37 en Primaria.
Aumento notable del ciberacoso
En los últimos años el ciberacoso ha ido subiendo y ha pasado de suponer un porcentaje del 17% del total de los confirmados que había en el curso 2016-2017 al 25% del período 2019-2020. La inspectora ha reconocido que esta tipología de acoso va aumentado porque es "más invisible" y "más fácil" y ha insistido en que estas prácticas solo se pueden combatir con formación de carácter ético a los alumnos a través de un currículum educativo que tiene que trabajar de manera más intensiva este ámbito.
Los tipos de acoso que más se producen, ha explicado, están relacionados con la agresión verbal, la exclusión y marginación social y la agresión física.
Ha recordado que hace cuatro años se puso en marcha Bizikasi, un programa contra el acoso escolar que busca prevenir y desenmascarar estas prácticas "empoderando a los centros y al alumnado". A través de este programa se ha formado a la comunidad educativa, a familias y a personal no docente y desde tercero de Primaria a cuarto de la ESO el alumnado cuenta con material específico para abordar esta problemática.
La inspectora general ha señalado que todo el trabajo se encamina a que en un futuro no exista ningún caso aunque ha reconocido que a día de hoy es "un sueño".
Ha explicado también que antes eran más las víctimas que cambiaban de centros, una tendencia que ha cambiado y ahora son más los agresores los que se van a otras escuelas tras detectarse los casos.