El Gobierno Vasco ha dado finalizadas las labores de búsqueda de Joaquín Beltrán en el vertedero de Zaldibar sin que se haya podido encontrar el cuerpo de trabajador sepultado en el derrumbe ocurrido en febrero del año pasado, en el que falleció otro compañero, Alberto Sololuze, cuyos restos sí fueron recuperados. El propio lehendakari se lo comunicó ayer personalmente a la viuda en un encuentro en el que también estuvieron presente otros familiares. Josu Erkoreka, vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, y Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, han explicado esta mañana que se han cribado más de 400.000 metros cúbicos de escombros en las labores de búsqueda.
El derrumbe se produjo el jueves día 6 de febrero en un vertedero privado de la empresa Verter Recycling en Zaldibar. Recibía residuos no urbanos, es decir, materiales de construcción, restos siderúrgicos, lodos de papeleras... Desde el primer día se supo que había dos trabajadores sepultados y los primeros intentos de rescate fueron ese mismo día, por bomberos y ertzainas, con palas, pero la presencia de amianto suspendió la búsqueda.
Tuvieron que pasar seis meses hasta hallar los restos de Alberto Sololuze, el otro operario sepultado en el derrumbe. Fue el 16 de agosto cuando se halló una tibia humana y, al día siguiente, más restos. Fueron identificados mediante pruebas de ADN días después y confirmaron que se trataba de Sololuze. Aquel hallazgo reavivó la esperanza de encontrar el cuerpo de Beltrán, porque desde el principio se barajó la posibilidad de que ambos estuvieran juntos o muy próximos cuando sobrevino el desastre. Pero en realidad una de las principales dificultades que ha afrontado todo el operativo ha sido la incertidumbre sobre su localización exacta cuando el vertedero se vino abajo.
El Ejecutivo tenía previsto rastrillar este mes de mayo la última "zona caliente" del vertedero de Zaldibar y el propio consejero de Seguridad explicó hace algunos días que aun no se había tomado una decisión sobre qué haber una vez concluida esa fase de la búsqueda. Finalmente la exploración ha concluido sin éxito y el Gobierno vasco ha optado por dar por concluidos los trabajos de localización del cuerpo de Joaquín Beltrán quince meses después de que se produjera el derrumbe del vertedero que costó la vida a los dos trabajadores.
La búsqueda de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, los dos trabajadores sepultados, ha durando quince meses y finalmente solo se ha hallado el cuerpo del primero. Desde el 6 de febrero del 2020 se ha trabajado en la busca en el vertedero todos los días, menos cinco jornadas por motivos climatológicos y el día de Navidad, en unos trabajos que se calcula que han costado hasta ahora 21 millones de euros.