La transformación digital también va a cambiar el paisaje de las carreteras vascas, y no solo por la implantación de los peajes para el tráfico pesado que se generalizará en el futuro de la red viaria. La automoción afronta una revolución con el avance del coche eléctrico y la conducción autónoma, unos cambios que afectarán de lleno a las carreteras y autopistas vascas. Es más, se prevé en los próximos años un esfuerzo inversor casi sin precedentes para introducir nuevos elementos en el diseño, la señalización, la localización y la conexión de datos en las autopistas y vías de tráfico. El Gobierno vasco pretende utilizar los fondos europeos para afrontar el coste que se hará necesario en los próximos seis años. Con las líneas de financiación del Plan Next EU pretende generar una primera inversión de 181 millones antes de 2026 y que se centrará en la creación de una plataforma digital de gestión en cada territorio y gran centro de control para todo el País Vasco. Bajo el lema "Carretera Segura, Verde y Conectada" se desarrollarán diferentes inciativas para permitir la conducción autónoma, el control del tráfico y, además, reducir la emisión de CO2 y aumentar la sostenibilidad de la red viaria foral.
Carreteras para coches autopilotados
El horizonte del plan, que está marcado por la Unión Europea y trabajado entre el Gobierno de España y las instituciones con competencias en carreteras, busca acercar la realidad de la conducción autónoma. Así, según se desprede del documento que ya opera en cada una de las Diputaciones forales, las carreteras contarán con sensores conectados a través de una red 5G que permitirán compartir información en tiempo real entre los vehículos y las vías para que el gestor tenga información constante de la situación del tráfico, pero también para permitir el uso de servicios cooperativos entre los usuarios. Este balizamiento proporcionará un correcto posicionamiento del vehículo reduciendo el margen de error, además de la generación de mapas virtuales con información en tiempo real.
Se trata de desarrollar la red de conectividad a lo largo de las principales vías para que permita ese intercambio. Pero otra de las claves será la gestión y tratamiento de toda esta información. Para ello el proyecto de digitalización contempla la creación de una plataforma digital de gestión en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. Serán los centros que reciban, procesen toda la información, además de monitorizar la actividad en las carreteras de la red principal. A su vez, el proyecto prevé un centro de estas características para toda la comunidad autónoma. Con toda la información obtenida se generarán aplicaciones de Inteligencia Artificial y Big Data que ayudarán a prever y anticipar picos de intensidad de tráfico, accidentes y mantenimiento preventivo.
Autopistas verdes
La otra vertiente del plan consiste en la sostenibilidad. El reto es que la red viaria sea un cómplice para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el funcionamiento de los vehículos. El primer punto es tan sencillo como un correcto mantenimiento de los firmes. Según los datos que manejan los departamentos de carreteras de las Diputaciones forales, un pavimento deteriorado puede provocar hasta un 9% más de emisiones de CO2 en el caso de los coches.
El ajuste de la iluminación se centra en los dispositivos LED como sustitutos de las bombillas. Así que este es uno de los principales puntos en los que ya están avanzando tanto Álava, como Bizkaia y Gipuzkoa. Además, la normativa obligará en breve a modificar toda la iluminación para colocar LED en todos los túneles que superen los 500 metros. Además, la red de iluminación pasará a gestionarse de modo remoto con lo que se prevé obtener un ahorro de consumo energético del 65%.
Generar recursos con los peajes
En cualquier caso, lo que sí se avecina es un importante incremento del gasto en las carreteras forales que encaja con la decisión de las Diputaciones para establecer peajes en toda su red principal de carreteras, al menos, para el tráfico pesado. Bizkaia ha sido el último territorio en dar el siguiente paso anunciando que pretende penalizar el tráfico de mercancías en su red de carreteras. La Diputación ha adelantado que trabaja en un plan para establecer peajes en su red viaria con más tráfico de camiones, aunque no sean autopistas. Es un paso sin precedentes para penalizar económicamente el tráfico pesado en vías que son carretera convencional, sin doble carril. El objetivo es que los camioneros desvíen su rutas a la autopista A8 y la AP 68 sacando el tráfico pesado de las vías internas. Es un movimiento que se suma a la posición de Gipuzkoa, que mantiene estas medidas desde desde 2018 a pesar de varias sentencias judiciales en contra. Mientras tanto Álava, analiza en una ponencia de Juntas Generales qué medidas implementar para obtener recursos con los que hacer frente al desgaste generado en las vías de alta capacidad.