El índice de tolerancia de la sociedad vasca hacia la inmigración se ha situado en su nivel más alto durante la pandemia de covid-19, pese a la crisis económica que ha generado, según el Barómetro anual del Observatorio Vasco de la Inmigración Ikuspegi. Este indicador ha alcanzado este año los 66,09 puntos, 6 puntos más que los que tenía hace dos años y su nivel más alto de toda la serie histórica del Barómetro Ikuspegi, que comenzó en 2004.
El índice de tolerancia incluye aspectos como la percepción de la influencia de la inmigración en la economía o en la convivencia, si se considera un problema la inmigración, el acceso que deben tener a los derechos y servicios públicos o los estereotipos sobre las personas migrantes.
El vicerrector de Bizkaia de la UPV/EHU, Gorka Moreno, ha explicado en la presentación del Barómetro en Bilbao que en las crisis económicas siempre empeoran las actitudes hacia la inmigración, aunque en esta ocasión ha ocurrido "todo lo contrario" y de una forma "muy considerable".
Entre las posibles causas de ello, ha mencionado que el origen sanitario de esta crisis ha provocado una mayor solidaridad, la adopción medidas como los ERTE y las ayudas a sectores afectados y la percepción durante el confinamiento de la necesidad de la inmigración para ocupar puestos de trabajo esenciales en sectores como agricultura, comercio, reparto o cuidados.
"La sociedad vasca es más inclusiva y solidaria con la población de origen extranjero pese a las limitaciones de la pandemia y yo estoy muy orgullosa porque creemos en la diversidad como parte indisoluble de la sociedad vasca", ha declarado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.
El investigador de Ikuspegi Arkaitz Fullaondo ha destacado del Barómetro el dato de que cada vez menos población vasca percibe la inmigración como un "problema", según informa Efe.
En torno al 70 % cree que son necesarios en algunos sectores, que ocupan puestos que los "autóctonos" no quieren (66 %), que no hacen que bajen los sueldos (73,5 %) y que no provocan que aumente el paro (58,7 %), todos esos dato en máximos desde que se hace el sondeo. Así, los que ven la inmigración como un problema son solo el 17 por ciento.
También han mejorado hasta sus puntuaciones más altas los índices sobre convivencia en barrios y ciudades, así como el "rotundo" apoyo a que todos los inmigrantes accedan a la sanidad, la educación y las ayudas por la crisis de covid, lo que no se da para las personas migrantes en situación "irregular" en lo relativo a derechos sociales como RGI o vivienda.
Los estereotipos sobre la inmigración (como que se quedan las ayudas sociales y las viviendas públicas o su relación con la violencia y el machismo) "van perdiendo fuerza poco a poco". No obstante, se "va asentando" una mayor desconfianza hacia los musulmanes y las personas procedentes del Magreb.
La encuesta también refleja un mayor apoyo a la regularización de los inmigrantes sin papeles (que llega al 80 % en el caso de los solicitantes de asilo) y solo el 3 % defiende expulsar a todos los migrantes, cuando en 2012 esa postura la mantenían el 21,3 % de los vascos.
Así mismo, cuatro de cada cinco encuestados apoya acoger a los menores extranjeros no acompañados, aunque Fullaondo ha criticado que los medios de comunicación solo destacan de estos menores los aspectos negativos (cuando están implicados en actos delictivos) y no los casos de integración. "Son chavales con un proceso migratorio tremendamente traumático en soledad, solo hay que pensar en que tu hijo de 12 años se fuera solo a otro continente", ha señalado.
La sociedad vasca, más solidaria pero también más desconfiada con los musulmanes
El Barómetro Ikuspegi revela que cuatro de cada cinco encuestados apoya acoger a los menores extranjeros no acompañados
3 noviembre, 2021 13:16Addoor Sticky