El Gobierno vasco ya tiene "justificados y comprometidos" los 55,9 millones de euros que recibirá este año de los fondos europeos para la rehabilitación integral de edificios en barrios vulnerables. 37,5 para la rehabilitación integral de las viviendas y 18,3 millones para rehabilitar los barrios. El Ejecutivo autonómico tiene ya iniciados proyectos de rehabilitación en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga y en la Txonta de Eibar que se están replicando en Lasarte-Oria, Durango y Pasaia a los que se sumarán otros 6 proyectos en los municipios de la margen izquierda de Abanto-Zierbena, Portugalete, Santurtzi y el Valle de Trapaga, y del Valle de Ayala en Amurrio y Orduña. Se trata de actuar en barrios degradados para convertirlos en "amigables, energéticamente autosuficientes, renaturalizados, con equipamientos de proximidad" y mejorar "la calidad de vida" de las personas que lo habitan.
Con estos proyectos sobre la mesa, el director de Planificación Territorial y Agenda Urbana, Ignacio de la Puerta, ha señalado a `Crónica Vasca´ que ya está "comprometido" el montante económico europeo para este año y el próximo 2022, en el que espera contar con un presupuesto parecido al de este curso y ha pedido tener también para 2023 un importe para que los nuevos proyectos "estén finalizados para 2026".
Y es que esa es la fecha límite que Europa ha fijado para finalizar los proyectos financiados por los fondos europeos, aunque, anteriormente, en 2023, el Ejecutivo vasco tendrá que rendir cuentas para medir "el grado de cumplimiento" de las propuestas acordadas con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y los ayuntamientos implicados en el proceso de renovación de los barrios.
El modelo de las `opengela´
Euskadi ya tiene varias experiencias en este terreno con proyectos piloto en barrios vulnerables de Bilbao y Eibar, a través del proyecto `Opengela´, financiado por la Comisión Europea, en los que se va actuar sobre 5 edificios del barrio de Otxarkoaga que suman 16 portales y 240 viviendas y sobre 221 casas de 17 portales de La Txonta en Eibar. Unos proyectos que se van a replicar ahora en más municipios para rehabilitar los edificios con parámetros de eficiencia energética y accesibilidad de las viviendas, pero sumando un sentido más amplio, ya que se actúa en barrios vulnerables y, por ello, se tienen en cuenta las consecuencias en aspectos sociales y económicos de su población.
Para ello, se han creado "oficinas de proximidad" en el propio barrio con el apoyo del programa `Berpiztu´ en las que se "atiende y acompaña" a las comunidades de vecinos durante todo el proceso de rehabilitación de sus edificios, ofreciéndoles información técnica de los proyectos, ayudándoles a elegir los planes de obra y buscándoles formas de financiación que les permita asumir su parte del coste de la reforma, ajustándose a la economía de cada familia.
Entornos vulnerables
El viceconsejero de Planificación Territorial y Agenda Urbana, Miguel de los Toyos, nos ha explicado que el Gobierno vasco estudia fórmulas para llegar a cubrir el 100% de la financiación de la obra, dependiendo de la vulnerabilidad económica de cada familia, con el objetivo de que la rémora económica no sea un impedimento a la hora de sumar vecinos que apoyen la rehabilitación exterior de sus edificios en su comunidad. "Hay que hacer una labor de hormiguita. Es un trabajo lento para conseguir el consenso entre todas las partes", ha añadido, consciente de las reticencias que causa el tener que hacer un desembolso económico cuando no se tienen los recursos suficientes.
Al tratarse de entornos vulnerables, los dos estratos más significativos de la población son "la inmigración y las personas mayores", a quienes se les informa con cercanía desde las `opengela´ y se realiza un trabajo de concienciación para que conozcan las mejoras que pueden tener en sus viviendas, las cuales "se revalorizan" y mejoran su "calidad de vida".
Todas las propuestas de rehabilitación de edificios se realizan en ámbitos ya calificados como vulnerables mediante 65 indicadores transversales que analizan diversos aspectos como "el año de ejecución de la edificación, si tiene ascensor, el estado de la fachada, la población del barrio, su demografía, la edad media, el número de personas que viven solas, la tasa de desempleo y el nivel de formación", entre otros medidores. Trabajo no le va a faltar al Departamento de Planificación Territorial, ya que cuando hizo una primera consulta a los municipios para trabajar la regeneración urbana recibió "más de 80 solicitudes". "Lo más importante es hacer el trabajo previo que exige la regeneración urbana para identificar los ámbitos en dónde actuar y establecer una estrategia" al respecto, ha expuesto el viceconsejero.
Cogobernanza
Tras realizar ese análisis previo, Miguel De los Toyos ha destacado la importancia de la "cogobernanza" en distintos niveles. Primero desde el propio Gobierno vasco para coordinar en el proyecto a diferentes departamentos como el de Economía, Empleo, Servicios Sociales o Salud; después con los ayuntamientos implicados para que colaboren en "delimitar mejor el espacio, adquieran un compromiso para actuar acompañado de partida económica y ayuden en la relación con las personas" y, por último, con los vecinos que tienen que aportar su parte para mejorar el entorno urbano, las edificaciones y su calidad de vida".
Estos proyectos de regeneración financiados por los fondos europeos tienen que tener adjudicadas las obras y cumplir los compromisos para 2023 y estar ejecutados para 2026 por lo que "cada proyecto tiene que tener la garantía de que se haga a tiempo". Por ello, "se centran en municipios donde el ayuntamiento tenga el compromiso firme en ejecutar, ya que se necesita de inversiones para mejorar el entorno urbano y tenga avanzado el trabajo con los vecinos".
El viceconsejero de Planificación Territorial y Agenda Urbana ha instado a continuar con la regeneración de los barrios degradados más allá de contar con los recursos europeos para lo que "habrá que buscar financiación más allá de 2026 con el objetivo de subvencionar a las comunidades y poder ayudar a las familias con rentas más bajas que tienen mucha dificultad para afrontar las obras en sus propios edificios".