Conseguir el `pasaporte covid´ de manera presencial en Euskadi se ha convertido en una quimera para muchas personas que no tienen acceso a internet o no usan las nuevas tecnologías, ya que es imposible encontrar cita en todo el País Vasco para adquirir el certificado de manera presencial. A día de hoy, tan sólo se ofrece un día en el conjunto de la comunidad vasca. Bilbao es la única capital que cuenta aún con un día disponible y es a casi dos semanas vista, el próximo 23 de diciembre, el resto de este mes; así como los futuros meses, no ofrecen disponibilidad de cita presencial. Una falta de atención desoladora que se acrecienta al comprobar que las oficinas de Zuzenean en Vitoria y San Sebastián no posibilitan ninguna fecha. Vamos, ya no es que la consulta se dilate en el tiempo y te den la cita a semanas vista sino que es prácticamente imposible adquirir actualmente en Euskadi el `pasaporte covid´ en persona. Por su parte, la atención telefónica del servicio ofrece tres días, del 15 al 17 de diciembre.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, informaba hace escasos tres días que durante el pasado fin de semana hubo 233.000 descargas del 'pasaporte covid' que alcanza ya 1.583.000 certificados expedidos en la comunidad, olvidándose de la brecha digital y de un sector de la población que tiene dificultades reales para acceder a las nuevas tecnologías. Un colectivo que, según un informe del Ararteko, afecta mayormente a las mujeres, personas mayores, personas con estudios primarios o inferiores e inmigrantes que son quienes registran frecuencias de uso más bajas de Internet.
Al priorizar la adquisición electrónica y no posibilitar la atención personal en todo el País Vasco, el Departamento de Salud está aislando a una buena parte de la población que no hace uso, no maneja bien las nuevas tecnologías o no tiene posibilidades de acceder a internet. Según un estudio del Eustat de mayo de este mismo año, escasamente el "42% de las personas de 65 años y más son usuarias de internet en el País Vasco".
"Si tuviéramos que elaborar un perfil de las personas que no tienen conexión a internet, según sus características sociodemográficas, diríamos que corresponde con personas que viven aisladas, de 55 y más años, con un menor nivel de instrucción y que se encuentran en paro o inactivas. En este sentido, podemos hablar de la existencia de ciertos colectivos desfavorecidos en relación con las tecnologías de la información y la comunicación", explica Eustat. Colectivos a los que la administración está dejando al margen cuando es ella misma la que impone el uso del `pasaporte covid´ entre la población sin posibilitar los recursos necesarios que requiere.
El informe del Ararteko destacaba que "la edad es una de las variables que mayor efecto muestra tener sobre el uso de las TIC y que aún existen importantes desigualdades de uso" de las nuevas tecnologías. Una brecha digital que afecta principalmente a los mayores de 65 años y a los colectivos de personas inmigrantes.
El defensor del pueblo del País Vasco establecía otros posibles factores que ejercen como barreras de acceso a las nuevas tecnologías entre la población como "la existencia de brecha sociales, la falta de apoyo a determinados colectivos, problemas de accesibilidad y usabilidad, limitaciones funcionales de las personas, gastos de consumo y la falta de contenidos o servicios adecuados para determinados colectivos y grupos sociales".