La enorme caída en el número de alumnos que iniciará su matriculación la próxima semana en Euskadi, con 17.000 escolares menos que hace apenas cinco años, acrecienta el enfrentamiento entre la escuela pública y la escuela privada-concertada. La bajada de la natalidad que padece Euskadi anualmente durante la última década, unido a las aún peores predicciones demográficas que apuntan los expertos para los próximos años, dirige a los centros educativos a un inexorable cierre de aulas y a la necesidad de replantear la planificación de las plantillas docentes. El descenso de la natalidad hace que haya más plazas disponibles que niños en las aulas y los colegios, tanto públicos como concertados, se lanzan a competir por conseguir los nuevos alumnos durante el periodo de matriculación, que arranca este lunes 17 y se extiende hasta el 28 de enero, y garantizar así unos, su número de aulas y profesorado y, otros, su propia subsistencia. El sistema educativo vasco reparte a sus alumnos a medias, ya que actualmente, el 51,2% de las familias se decanta por la red pública para la educación de sus hijos, mientras que el 48,8% lo hace por la privada-concertada
La escuela pública pide revisar los conciertos
Fuentes de la escuela pública consultadas por 'Crónica Vasca', muestran su "preocupación" porque haya mucha más oferta escolar que demanda de plazas en un problema que todavía "va a ir a más" en el futuro. Defienden que el eje del sistema educativo sea la educación pública y, para ello, reclaman que se revisen los conciertos. Explican que "la concertación surgió en un contexto concreto para ayudar de manera subsidiaria a dónde la pública no podía llegar". Una situación que actualmente ha cambiado ante la bajada de la natalidad y, por lo tanto, "no se puede mantener la misma oferta en las dos redes educativas". Los centros públicos reclaman que el Gobierno vasco revise el sistema de concertación para que la escuela pública sea el eje del sistema educativo y no se cierren aulas en un recurso público fundamental para la sociedad.
La falta de alumnos ha ocasionado ya el cierre de líneas por niveles en centros públicos que han pasado de tener de tres a dos aulas. "Es un problema que afecta a los centros en función de los lugares y los barrios en los que se encuentran ubicados". En este sentido, la presidenta de Denon Eskola, Lourdes Errazti, expone que en Rioja Alavesa "hay tres plazas para cada niño" y lo que se "fomenta es la segregación", ya que "el alumnado con menos recursos se matricula en la pública, mientras que las familias con mayores recursos económicos se matriculan en la concertada". La Federación de Ampas de la escuela pública de Álava aboga por "cerrar colegios concertados" e insta al Gobierno vasco a decidir entre una educación pública abierta a toda la sociedad o una educación concertada que "segrega" y está sustentada por dinero público.
La escuela concertada solicita bajar los ratios o aumentar los docentes por aula
La Federación de Ikastolas vascas, Ikastolen Elkartea, estima que la matriculación ha descendido "entre un 20 y un 30% en Euskadi y que, irremediablemente, va a suponer "un cierre de aulas", sobretodo en los centros más grandes que tienen tres y cuatro líneas por curso. Su director, Jose Luis Sukia, señala a 'Crónica Vasca' que algunas ikastolas están ya "sufriendo" esta situación, pero que, de momento, "aguantan el tipo" con soluciones a corto plazo como los "contratos relevo" o "jubilaciones" del profesorado. Un problema, que estima, va a seguir "mínimo entre los próximos 3, 5 años" y ante el que no se pueden poner "los parches" actuales. A su juicio, la escasez de alumnos supone al mismo tiempo "una amenaza y una oportunidad". "Si el Gobierno vasco no baja el presupuesto de Educación y distribuye de otra manera los medios se puede mejorar la educación", añade.
Por un lado, Sukia respalda bajar el ratio de alumnos necesario para conformar un aula y es que la escuela concertada ve peligrar la concertación por cada clase ante la dificultad de llegar al mínimo que exige Educación de 17 alumnos por aula. "Si no llegas al número o cierras la clase o pides a las familias que se hagan cargo de su coste y eso es imposible, ya que un aula de infantil supone entre 60.000 y 70.000 euros" al año. El director de Ikastolen Elkartea prefiere "aumentar el número de profesores" por aula para ofrecer una educación "de mayor calidad y un seguimiento personalizado a los alumnos" y compensar así la bajada de estudiantes con una mejora en el sistema educativo.
Por su parte, la patronal Kristau Eskola, que aglutina a la mayoría de los centros concertados de Euskadi ha declinado realizar declaraciones al respecto ante "el momento delicado" que supone la matriculación para los colegios.