El Departamento de Salud habilitó a finales del pasado año un nuevo formulario para que las personas positivas en covid-19 puedan solicitar la baja de forma telemática con el objetivo de ayudar a "descongestionar" así los procesos administrativos en la Atención Primaria. En poco más de dos semanas, se realizaron "85.000 solicitudes" de incapacidad temporal, a través de internet, con días en los que se llegaron a tramitar "7.000 solicitudes", mediante el formulario. Una nueva fórmula que, según exponen los administrativos, no ha logrado su objetivo inicial de aliviar la "sobrecarga de trabajo" que soportan los ambulatorios ni, como alegan los empresarios, agilizar los días de trámite en su gestión.
El elevado número de contagios provocado por la variante ómicron está haciendo mella en el funcionamiento de las empresas que tienen serias dificultades para afrontar su productividad. Como adelantó 'Cronica Vasca', más de la mitad de las compañías vascas tienen en estos momentos un 10% de la plantilla de baja, con lo obstáculos que conlleva para cuadrar los turnos y sacar adelante su trabajo diario.
Además, el 60% de la empresas afirman tener "problemas añadidos a la hora de tramitar las bajas de sus profesionales". Un problema de gran magnitud que ha hecho que Confesbask le requiera personalmente al lehendakari que actúe para tratar de agilizar lo máximo posible el proceso administrativo de altas. Un rompecabezas que la administración no logra solucionar y que se está dilatando en el tiempo.
La administración de Osakidetza "está sobrepasada" por las bajas laborales
El colectivo que aglutina al personal administrativo en la Atención Primaria, AAC Zutik, señala a 'Crónica Vasca' que el formulario online habilitado por Osakidetza "ha llegado muy tarde" y "no ha servido para desatascar" los procesos administrativos de Osakidetza que "en un 90% gestionan los centros de salud y ambulatorios" vascos. Su portavoz, Ana Carracedo, explica que la vía telemática "acarrea más problemas que soluciones" a la gestión de las bajas. Carracedo expone que, en un número muy elevado de casos, los pacientes en baja no rellenan correctamente los datos del formulario, lo que demora todavía más los trámites administrativos.
"Las bajas nos llegan con cinco días de retraso, pero los errores en los datos hacen que tengamos que ponernos nuevamente en contacto con ellos" con lo que se ralentiza todavía más todo el proceso administrativo. Osakidetza contrató a médicos jubilados para gestionar este tema, pero, ante "el ingente volumen de bajas" que llegan diariamente y "los errores en los formularios", su incorporación no evita que el trámite vuelva a pasar por manos de los administrativo y, en muchos casos, "al final son los propios médicos de familia" quienes se encarga de ello.
Médicos sobrecargados, administración saturada y pacientes insatisfechos
El personal administrativo de los ambulatorios es la puerta de entrada del paciente al sistema sanitario vasco, y esa puerta está "exhausta y sobrepasada". En dos semanas los centros de salud recibieron más de un millón de llamadas para resolver dudas acerca de los contagios y situaciones particulares, a las que hay que sumar todas las que se realizan para dar citaciones. Ante esta magnitud de demanda, la administración no da abasto y los pacientes se enojan ante la falta de atención. "La gente se queja con razón de que no les cogemos el teléfono, pero es que no llegamos a más", lamenta Carracedo quien asegura que son "el cortafuegos" del sistema sanitario. "Entendemos las quejas de las personas, pero es que es imposible conseguirles la cita que requieren".
Una situación constante de desbordamiento que se acrecienta cuando algún médico coge la baja por coronavirus. "Un médico atiende unas 45-50 citas al día. Pues imagínate, si tiene que estar siete días aislado, a nuestra cargada agenda de trabajo se suma el tener que llamar a unas 225 personas para cambiarles la cita", comenta Carracedo con una voz entre resignada y cansada.
Faltan recursos y no hay personal
Carracedo explica que se sienten "totalmente ignorados por el Departamento de Salud". "Si es que ni siquiera nos pasan los cambios en los protocolos de Osakidetza. A veces saben más los pacientes que nosotras mismas". Salud aumentó la plantilla para poder hacer frente a la pandemia con 150 administrativos, "un número insuficiente" para poder hacer frente a todas las gestiones sanitarias. "Al personal veterano lo incorporaron al call center de vacunación y los más jóvenes, a quienes todavía les falta experiencia y formación, les metieron en los ambulatorios".
Contrariamente a lo que se comenta en la calle, Carracedo asegura que no hay personal administrativo para contratar en las listas públicas. "En los meses de octubre, noviembre y diciembre era imposible encontrar administrativos para hacer sustituciones". "Es más", añade, "hemos tirado de gente que conocemos para que llevaran su currículum al personal de Osakidetza y los contrataran para poder contar con alguna mano más".