Ermua conmemora la memoria de Miguel Ángel Blanco 25 años después de que fuese secuestrado y asesinado en 1997 por ETA. Bajo el título de ‘La huella imborrable’, el homenaje celebrado este domingo mira al pasado para consolidar un futuro libre de terror y asentado en la libertad y la memoria. Blanco fue una de las 853 víctimas de la banda terrorista pero su nombre se convirtió en símbolo de la lucha por la paz que marcó un antes y un después en la historia de España.
La localidad vizcaína ha celebrado una cita histórica en el Polideportivo Miguel Ángel Blanco para conmemorar la memoria del que fue concejal del PP de Ermua organizado por el Ayuntamiento ermuarra. La cita ha congregado a un centenar de periodistas y otro centenar de vecinos reunidos en las inmediaciones del lugar bajo un cartel que rezaba "Felipe VI une". A gritos de "viva el Rey, viva la libertad, viva España, viva el País Vasco, viva Miguel Ángel Blanco" algunos ermuarras han recibido a la familia de Blanco y a Felipe VI.
A su llegada al recinto donde se celebra el acto conmemorativo, la hermana de Miguel Ángel Blanco, Marimar Blanco, ha reclamado la recuperación de "la unidad política y social y que no se negocie con quienes a día de hoy siguen sin condenar el asesinato" de su hermano.
Hasta ese lugar se han desplazado representantes de distintos partidos políticos y de instituciones que participarán en el homenaje, entre ellos el Rey, Felipe VI, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante quienes un dantzari ha bailado un aurresku de honor. También han estado presentes el Lehendakari, Iñigo Urkullu, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimada, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, entre otros.
El acto conmemorativo ha dado comienzo con una actuación musical de chelo con el preludio de Bach. El acto dentro del polideportivo se ha desarrollado con las intervenciones del alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Marimar Blanco, el Lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para cerrar con las palabras del Rey Felipe VI. Posteriormente, los asistentes se han desplazado al exterior del recinto y se han reunido en torno al Monolito de las víctimas para realizar una ofrenda floral.