La red ciudadana Sare se ha manifestado este sábado en Azpeitia para exigir la libertad de Gotzon Aranburu, etarra condenado por intentar atentar en Madrid en la nochevieja de 2002 en el marco de una operación del 'Comando itinerante', en la que la banda terrorista mató al Guardia Civil Antonio Molina.
Aranburu, junto al también terrorista Jesús María Etxeberria, cargó en un vehículo 130 kilos de explosivos con los que ambos pretendían cometer cinco atentados consecutivos en varios centros comerciales de Madrid el 31 de diciembre.
El día 17 de ese mismo mes, Aranburu y Etxeberria circulaban con dicho vehículo cuando Antonio Molina les paró en un control de la Guardia Civil. Molina fue abatido a tiros por Etxebarria, y también resultaron heridos otro agente y el propio Aranburu.
El de Azpeitia fue condenado a 35 años de cárcel por lo que cumpliría la condena completa en 2034. Tras pasar por las cárceles de Villena y Palencia, actualmente Aranburu se encuentra en la prisión de Zaballa.
El terrorista ha progresado al régimen penitenciario ordinario (segundo grado) después de presentar un escrito con la “asunción del dolor y el reconocimiento de que la banda nunca debió existir", según Prisiones.
Una fecha humillante
Este sábado se han cumplido 20 años del asesinato. Resulta controvertido que Sare pida la libertad de Aranburu en el aniversario de la muerte del hombre al que mató el comando al que pertenecía.
La red ciudadana reivindica un tercer grado penitenciario para Aranburu, dado que “ha cumplido la mitad de la condena, y debería tener permisos de salida, con posibilidad de ir a casa”.
Las reacciones a la movilización del sábado en Azpeitia no se han hecho esperar y han generado un enorme revuelo e indignación entre las víctimas del terrorismo. “Hoy debería ser un día de recuerdo hacia Antonio y su familia. Es el mundo al revés, empatía para el victimario y olvido para la víctima. Este no es ni será nunca el camino hacia la convivencia”, lamentan desde la Fundación Fernando Buesa.
La fundación ha subrayado en su cuenta de Twitter que “el verdadero camino para la convivencia pasa por la justicia para las víctimas y la deslegitimación de la violencia terrorista por aquellos que la ejercieron y la apoyaron”.
"Pretendían una masacre. Nunca sabremos la cantidad de vidas que pudo salvar, pero serán muchísimas", declaraba hace pocos días el hermano de Antonio Molina en la Cadena Ser.