Euskadi inauguraba este miércoles la temporada del txotx, que estará marcada este año por un descenso en la producción de sidra pero una mayor calidad y graduación de la bebida, factores que han provocado que su precio aumente un 25% respecto al año anterior.
Las altas temperaturas, coincidiendo con un año vecero -en el que los árboles producen menos cantidad de frutos tras temporadas con alto volumen frutal-, han provocado una cosecha menor. Así, esta temporada se han producido en torno a 8,5-9 millones de litros de sidra, cifra que supone en torno a un 30% del total producido en 2021. De estos 9 millones de litros únicamente 1,2 llevan denominación de origen Euskal Sagardoa, frente a los 3,5 millones de litros bajo esta denominación producidos el año anterior. Para su producción, se han utilizado alrededor de dos millones de kilos de manzana local procedentes de 249 elaboradores vascos.
Esta caída en la producción, relacionada directamente con la inflación y el aumento de los precios de la energía, el vidrio o el cartón, han provocado que este año el precio de la sidra aumente un 25%. “Este año la producción no ha sido buena, pero hay que tener en cuenta que los datos de 2021 fueron históricos, por eso hay tanta diferencia. Como resultado tenemos menos sidra pero de sabor concentrado y gran carácter”, explica Olatz Mitxelena, coordinadora de Sidreros de Gipuzkoa. Este “gran carácter” se debe, en gran medida, al aumento de la graduación de la sidra, que ha pasado de 6º a 6,5-7º en solo un año.
Desde la Asociación Sidreros de Gipuzkoa prevén que el mercado de la sidra continúe en auge porque, tal y como explica Mitxelena, “los últimos años se está trabajando mucho en la calidad del producto”. Además, la entidad ha desarrollado un plan estratégico interno cuyo eje principal, confiesa, se centra en “trabajar, de cara al relevo generacional, en la rentabilidad de la misma manzana, de la sidra y del mercado de restauración que las rodea”.
"Hay sidra y es de calidad"
Este año en Bizkaia se han producido 89.500 litros de sidra, un volumen menor que otros años y “menor de lo esperado”, confiesa Ainhoa Egia, coordinadora de Elaboradores de sidra de Bizkaia. “Un manzano cuando hace calor suelta las manzanas para sobrevivir él, esto ha provocado que las manzanas útiles sean menos pero con un mayor sabor”, coincide Egia.
Coincide también en que el aumento de un 25% de su precio está justificado: “Hay varios factores que están obligando a incrementar el precio para que el negocio sea rentable. La producción de la sidra, desde la pandemia y la guerra de Ucrania, está teniendo unos incrementos muy importantes; su precio está subiendo mucho porque el factor botella, por ejemplo, está subiendo también mucho”.
Aunque admite que la tendencia a beber sidra ha descendido en los últimos años, porque “el consumo está cambiando. Ahora se bebe sidra de otra manera. La tendencia es menos consumo y más calidad”; explica, que desde la asociación están también trabajando por posicionar mejor el producto, trabajo que se centra en apostar por la manzana local.
Afirma, además, que “los rumores sobre que no hay sidra en Bizkaia son falsos”. Y añade: “Hay sidra y es de calidad. Es cierto que hay menos volumen y que no hay toda la manzana que nos gustaría pero la que hay además de tener un sabor más concentrado, este año es más dulce y de calidad”.