Aunque fue en el año 2008 cuando se planteó la idea de ampliar el Guggenheim de Bilbao en los municipios de Gernika y Murueta, en los últimos meses el proyecto está cogiendo impulso y se están cerrando todos los flecos del futuro Guggenheim de Urdaibai. El Patronato del Museo, que pretende ampliarlo en estos dos municipios, ofrecerá a los visitantes la oportunidad de recorrer cinco kilómetros de una senda verde en la que "también se podrá disfrutar del arte".
Los promotores de este nuevo modelo museístico destacan que se pretende aunar arte y naturaleza en los dos municipios ubicados en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
El proyecto, que tendrá acceso únicamente a pie, en bici o en tren, pretende relacionar producción artística, ecología, tecnología, conectividad social e investigación, y proporcionará una experiencia complementaria a la del Guggenheim de Bilbao. No abrirá todos los meses del año y tendrá un cupo máximo de visitantes.
Está previsto que durante las primeras semanas de 2023 un equipo de expertos fije las bases arquitectónicas y medioambientales del proyecto.
Daños medioambientales irreversibles
Aunque este proyecto lleva meses ocupando un espacio importante en la agenda mediática, también cuenta desde sus principios con el rechazo frontal de vecinos, grupos ecologistas y partidos políticos, que denuncian el daño medioambiental que supondrá este museo en una de las zonas naturales protegidas más importantes de Euskadi.
Por ejemplo, la plataforma 'Zain Dezagun Urdaibai' (cuidemos el Urdaibai), que trabaja desde 1992 por la defensa de los valores de la Reserva de la Biosfera, crítica que se han aprobado dos protocolos que supondrán "daños permanentes, irreversibles y afecciones significativas sobre el patrimonio natural" de la zona.
La masificación de turistas es uno de los principales riesgos que trae este proyecto. El propio Gobierno vasco ha estimado que 140.000 personas visitarán cada año las dos instalaciones, la antigua fábrica de cubiertos Dalia y el Astillero de Murueta.
En relación a esa estimación, Erroxeli Ojinaga, Secretario de 'Zaindu dezagun Urdaibai', crítica que las instituciones digan que esta zona no recibe apenas turistas, cuando hace tres años "un estudio señaló que la capacidad de acogida de zonas como la playa de Laga, San Juan de Gaztelugatxe o el casco urbano de Bermeo se vieron ampliamente superadas". Según Ojinaga, esos 140.000 turistas desbordarían aún más la comarca.
El secretario de la plataforma lamenta que no se hayan estudiado otras alternativas a este proyecto. “En vez de meter dinero en planes de desarrollo sostenible, lo destinan a este plan”, lamenta Ojinaga, quien considera que el objetivo es que Urdaibai deje de ser una reserva de la biosfera para convertirlo "en un parque temático".
Asimismo, defiende que en otros países no sería posible desarrollar proyectos como este, pero "en Euskadi todo se negocia y todo se viola". "Mientras que a un ciudadano de a pie se le aplica todo el peso de la ley, las administraciones están exentas de cumplir las leyes", denuncia.
La propuesta de ampliación del Guggenheim está presupuestada en 127 millones de euros. Conviene recordar que en diciembre de 2022 Urkullu optó por guardar cierta distancia con este proyecto, que cuenta con un compromiso presupuestario de 80 millones de euros, repartidos a partes iguales entre la Diputación de Bizkaia y el Gobierno central.
Por su parte, el mensaje de 'Zaindu dezagun Urdaibai' a las instituciones es claro: "Las leyes están para cumplirlas". Ojinaga defiende que si quieren hacer ese proyecto deben ser consecuentes y pedir la derogación de las leyes de Urdaibai, de costas y de protección de la biodiversidad.