Hace unos días el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), anunciaba un paquete de “medidas provida” que afectarían a las mujeres embarazadas de ese territorio con el fin de prevenir abortos. Medidas entre las que se encontraba la escucha del latido fetal, una ecografía 4D complementaria a las tres ya ofrecidas actualmente, refuerzo psicológico para las mujeres que lo solicitasen y la protección de la objeción de conciencia de los profesionales.
Según García-Gallardo, este paquete iba a entrar en vigor este mismo lunes, cosa que no ha sido así, ya que, a día de hoy, ni el Boletín Oficial de la Junta lo ha publicado ni los profesionales de la comunidad han recibido ningún tipo de instrucción. De hecho, el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se ha desmarcado de estas “medidas provida” negando que esto vaya a suceder: “Ni se cambiará el protocolo de atención a mujeres embarazadas en Castilla y León ni se obligará a éstas ni a los médicos a hacer nada”, declaraba el pasado lunes.
Este protocolo antiabortista se ha convertido en uno de los temas estrella de la política nacional en lo que va de semana. Y ha generado tantas dudas como críticas. Sobre todo entre las mujeres de la comunidad vecina. Dicha preocupación, sin embargo, no afecta a los habitantes del condado de Treviño, como ha podido comprobar Crónica Vasca.
Osakidetza se desmarca
Pese a que todavía no se sabe cómo acabará esta polémica y si finalmente ese paquete de “medidas provida” será implementado dentro del protocolo de interrupción del embarazo de Castilla y León, existía la posibilidad de que el enclave de Treviño se viese afectado en alguna medida por esta decisión. Con más de 1.500 habitantes, la sanidad de este condado, situado geográficamente en Álava pero perteneciente a Castilla y León, es gestionada por Osakidetza.
Tal y como ha adelantado el Servicio vasco de Salud a este medio, es Osakidetza la que, se tome la decisión que se tome respecto a estas medidas, seguirá haciéndolo por lo que las mujeres de ese enclave seguirán el protocolo marcado por el Gobierno vasco. Es decir, las castellanoleonesas residentes en Treviño están 'protegidas' frente al ya célebre protocolo impulsado y publicitado por Vox.
¿Cómo actúa Osakidetza?
Para llevar a cabo una interrupción del embarazo voluntaria -IVE- en Euskadi, regulada por una ley aprobada en 2010, Osakidetza fija unos requisitos comunes: ser realizada por médico especialista o bajo su dirección, en un centro sanitario público o privado acreditado y con consentimiento expreso y por escrito de la mujer gestante. En caso de que se cumplan dichas condiciones, la interrupción es financiada por el sistema sanitario público.
Antes de llevarse a cabo, estas reciben información sobre los distintos métodos de interrupción del embarazo, las condiciones para la interrupción previstas en la ley, los centros públicos y acreditados a los que se pueda dirigir y los trámites para acceder a la prestación, así como las condiciones para su cobertura por el servicio público de salud correspondiente. Además, las mujeres que opten por tomar esta decisión son informadas sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la maternidad, información que se entrega en sobre cerrado. Y es necesario que transcurran al menos 3 días, desde la entrega de esta información previa a la realización de la IVE.
Pablo Ortiz de Latierro, alcalde de La Puebla de Arganzón, uno de los municipios que forman parte del enclave de Treviño, asegura que “esta es una decisión muy dura para las mujeres y que solo les corresponde a ellas tomar, con total libertad". "Nosotros estamos a favor de que el protocolo de Osakidetza sea el que se siga, aunque en ningún momento hemos temido porque esto no fuese a ser así”, agrega en declaraciones a Crónica Vasca.
Los vecinos de este municipio, al igual que los del resto del condado, son atendidos por el Servicio vasco de Salud en Vitoria - ciudad hasta la que tienen 20 km en coche, mientras que hasta Burgos, capital de provincia, tienen casi 100 km-. “Nosotros tenemos un centro de salud en Treviño, gestionado por Osakidetza, en el que contamos con un médico de familia. Pero cuando los vecinos tienen que ir a un especialista se trasladan a la capital alavesa”, aclara.
Este el caso de ginecología, por lo que si una treviñesa quiere ser atendida, recibirá dicha atención en Álava por Osakidetza. “Hasta ahora se ha venido funcionando así y se seguirá funcionando así, por lo que los protocolos que seguiremos serán los vascos”, insisten las fuentes consultadas.
Quedan así disipadas las dudas que surgían sobre los protocolos que iban a seguir los habitantes del condado de Treviño. Unos habitantes que aprovechan para señalar este caso como una diferencia más con el resto de castellanoleoneses que les hace más afines a Euskadi que a Castilla y León.