Cada vez la tecnología está más presente en nuestro día a día para facilitarnos las tareas y cada vez son también mayores los avances para conseguir los mejores resultados en diferentes disciplinas. Los hospitales son uno de los muchos ámbitos donde podemos encontrar diferentes tecnologías. Ahora, se suma una más: el primer robot quirúrgico vasco creado por Cyber Surgery, una startup de tecnología de la salud especializada en robótica médica.
Los ensayos clínicos, que se han llevado a cabo en un total de 13 pacientes —seis en el Hospital Universitario Donostia y siete en el Hospital Universitario Cruces— han sido todo un éxito. Las intervenciones han consistido en la colocación de tornillos transpediculares, que es la operación más empleada para el tratamiento de distintos tipos de patologías que afectan a la columna, como escoliosis, estenosis de canal, enfermedades degenerativas, tumores o fracturas vertebrales.
De hecho, salvo aquellos que han sido operados más recientemente, el resto ya han sido dados de alta y hacen una vida prácticamente normal. “Después de pasar un mes de la operación, se les hace una revisión y un estudio radiológico para ver con qué precisión se ha hecho la intervención y verificar que se realiza mejor con el robot que cuando lo hace un cirujano con sus propias manos”, señala Jorge Presa, CEO de Cyber Surgery.
Alta precisión y mínima invasión
Y es que, justamente, la alta precisión es una de las ventajas de este robot junto con una mínima invasión. Hasta ahora las operaciones de columna son abiertas, pero de esta manera, “el robot guía al cirujano para que haga un pequeño orificio e introduzca los tornillos en la trayectoria que él ha planificado previamente”. Además, también supone una mínima invasión para el paciente, ya que se reduce el sangrado, la exposición a rayos X, disminuye el riesgo de infección y la recuperación es mucho más rápida, entre seis y diez días.
Los cirujanos que han llevado a cabo las operaciones en los ensayos clínicos “se han sentido muy cómodos” —explica Presa—, aunque confiesa que “jugaban con ventaja” porque son con quienes Cyber Surgery ha colaborado desde el principio en el desarrollo. “Para ellos no ha sido un robot nuevo, ha sido algo que han ido probando durante los ensayos preclínicos. Ellos lo han usado de forma cómoda, pero no son noveles en todo esto, sino que conocen muy bien el producto, de qué está hecho y por qué, ya que han sido especificaciones suyas”, indica.
Con algunas modificaciones, desde Cyber Surgery esperan poder utilizar este robot para operar otras partes del cuerpo, además de la columna. Gracias a la tecnología que han creado y a la precisión que consiguen, sería posible, por ejemplo, emplear el robot para introducir electrodos en el cerebro contra el párkinson o la epilepsia. “Estamos trabajando en paralelo para realizar más operaciones de columna y desplazarnos a otras especialidades médicas como puede ser el cerebro, algo que nos encaja muy bien porque con quien que trabajamos en ambos hospitales es con el servicio de neurocirugía”, explica.
Lanzamiento al mercado
Este robot nació de un proyecto de I+D liderado por Egile Corporation XXI, junto con el centro de investigación Ceit y la Clínica Universitaria de Navarra, en 2013. A él se fueron sumando colaboradores como el centro de investigación Vicomtech, el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia y el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces Bizkaia coordinados por BIOEF, Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitarias, que siempre han apoyado a Cyber Surgery y se han convertido en una parte fundamental para llevar este robot al mercado. De hecho, este ensayo clínico se engloba dentro del proyecto europeo TBMED, quien ha proporcionado la financiación y guía para su realización.
Ahora se encuentran en las últimas fases para poder solicitar la certificación. “Se hace una recapitulación de todos los datos estadísticos, se presentan a un organismo notificado y entonces es cuando empieza el proceso de obtener el sello para poder vender”, señala Presa. Por desgracia, “hay atascos” en este tipo de organismos, así que calculan que no podrán vender hasta abril de 2024.