El tiempo de espera para recibir atención médica ha sido una de las críticas más habituales hacia Osakidetza y su consejera, Gotzone Sagardui. En los últimos meses, los largos periodos de espera, en algunos ámbitos sanitarios superior a la media nacional, han sido denunciados tanto por los pacientes como por los propios profesionales, que declaraban estar desbordados ante la falta de personal. Según, anuncia la OCU este lunes, esta problemática preocupa, y mucho, ya que la evolución de esta en los últimos años “ha sido claramente a peor”, dejando datos a nivel nacional como que en 2023 un 64% de los pacientes podían tener cita con su familia el mismo día o al día siguiente, y 20 años después, en 2023, esto solo lo puede hacer el 19%.
Así, según la OCU, la espera más larga se sufre al pedir cita presencial con el médico de cabecera: de media en España se contabilizan 4,9 días de espera, es decir, “más del doble del máximo admisible” y tan solo el 32% de las citas tienen lugar dentro de las primeras 48 horas recomendadas. La cita telefónica tampoco mejora, pues son 4,8 días los que hay que esperar.
Euskadi, sin embargo, registra una de las cifras más bajas, solo por detrás de Murcia, Castilla y León y Asturias. Y es que, en el territorio, hay que esperar de media 3,5 días para ser atendido presencialmente y poco más de tres para recibir atención telefónica. Por lo que se refiere al pediatra, la situación tampoco es buena, pero sí bastante mejor que la dibujada para el médico de cabecera. El plazo de espera medio es de casi 3 días: 2,9 días si es una cita presencial y 2,7 días si es telefónica.
Los servicios de enfermería parecen estar mejor dimensionados en los centros de salud, pues los tiempos de espera oscilan entre 1,6 y 2 días, plazos considerados dentro de lo aceptable. En concreto, en Euskadi, no hay que esperar más de dos días para que un enfermero te atienda presencial o telefónicamente.