Cada vez es más habitual oír hablar del concepto smart cities. Las llamadas 'ciudades inteligentes' son ya el presente y gracias al uso de las nuevas tecnologías se mejora la calidad de vida de los ciudadanos que viven en ellas o de quienes las visitan.
Según el informe ‘Mapping Cities in the EU’, de la Dirección General para Políticas Internas del Parlamento Europeo, para que una ciudad sea catalogada como inteligente, debe incorporar iniciativas en economía, medioambiente, gobernanza o movilidad.
De hecho, recientemente, las tres capitales vascas se colocaban en el top 10 del Índice Smart Cities España 2023 (ISCE 2023). San Sebastián en el cuarto puesto, Bilbao en el quinto y cerrando el ránking, Vitoria-Gasteiz.
Vitoria, a la cabeza en carriles bici
Una de las características principales de una ciudad inteligente es la movilidad. Con el paso de los años, el tráfico se ha incrementado y cada vez son más habituales los atascos en las ciudades, sobre todo en las grandes urbes. Además de establecer medidas para controlar el aumento del vehículo privado, las ciudades tratan de establecer una movilidad más sostenible fomentando, por ejemplo, el uso del transporte público y de la bicicleta.
Precisamente, el 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta y según un estudio de la OCU, solo cinco ciudades españolas tienen una buena red de vías ciclistas, dos de ellas son vascas. A la cabeza se encuentra Vitoria, seguida de Valencia, Sevilla, Barcelona y San Sebastián en quinta posición.
La capital vasca es conocida por su apuesta por la movilidad sostenible y sus redes ciclistas conectan con las zonas más alejadas y permiten transitar en todas las direcciones. Esto, precisamente, es una de las cuestiones que se tienen en cuenta a la hora de valorar si una red ciclista es o no adecuada. Para que sí lo sea, debe ser completa, con carriles bici en diferentes calles, directa y continua, además de que pase por las principales vías de la ciudad.
La red vitoriana cuenta con cerca de 180 kilómetros y con 12.500 plazas de aparcamiento para bicicletas. “Para el tamaño de la ciudad es un número de kilómetros fantástico. Vitoria es un ejemplo a seguir”, señala Víctor Ruiz, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y profesor del EAE Business School.
Por su parte, aunque hace unos años se encontraba en mejor posición, San Sebastián se mantiene entre las ciudades con mejores redes ciclistas con más de 65 kilómetros. "Sus carriles bici también pasan por el centro y calles principales y aun con la orografía un tanto más montañosa, sigue teniendo una buena red ciclista”, indica Ruiz.
Otras ciudades de España ocupan peores puestos en el ránking porque “abusan mucho de la vía compartida”, es decir, hace uso de ella tanto vehículos como bicicletas. “Esta práctica les resta atractivo y le quita seguridad al ciclista”, explica el ingeniero.
Estas dos ciudades vascas son ejemplo a seguir para muchas otras como, por ejemplo, la capital vizcaína que aunque se sitúa en posición que ciudades como La Coruña, Madrid o Málaga, debe mejorar ciertos aspectos.
Galardones
Vitoria cuenta ya con varios reconocimientos por ser pionera en el fomento del uso de la bicicleta. En marzo de este mismo año, la ciudad recibió el galardón ‘Bikefriendly’ —entregado por la Red Ciudades por la Bicicleta— que reconoce las buenas prácticas de la capital alavesa en materia ciclista y, en concreto, su red de aparcamientos seguros para este tipo de transporte.
Desde 2023, Vitoria también cuenta con el label ‘Ville à Vélo’, un reconocimiento que otorga el Tour de Francia como reconocimiento a la política ejemplar para la promoción de la bicicleta. De los 32 municipios que se presentaron en esta edición, tan solo tres de ellos han conseguido la máxima puntuación de cuatro bicicletas y Vitoria es uno de ellos.
Entre los puntos fuertes destacan: la política de movilidad en bicicleta bien estructurada desde 2010, una red de cicloinfraestructuras de buena calidad y con pocas discontinuidades o la participación directa y apoyo a la realización de eventos deportivos. Así, la capital vasca ya forma parte de otras ciudades que cuentan con este distintivo como Copenhague, Róterdam, París o Burdeos.
Grandes retos
Por delante quedan aún retos por afrontar para hacer más habitables las ciudades. Entre ellos, mejorar el transporte público, instalar detectores para medir la polución o mejorar el aislamiento de los edificios. Precisamente, en cuanto a esto último, Víctor Ruiz advierte que “queda mucho por hacer” porque el consumo de energía de los edificios es aproximadamente el 40% de la energía que se consume a nivel mundial.
También cree que debemos ponernos las pilas en cuanto a la producción de energías renovables, ya que España va con retraso en cuanto a los objetivos que marca la Unión Europea. “Se abren posibilidades para el futuro inmediato a las que no estábamos acostumbrados hasta ahora y hay que ponerse a ello mucho antes de lo que se cree”, señala.
De hecho, algunas de estas medidas ya se están poniendo en marcha, aunque es cierto que en algunos lugares más que en otros. Aun así, Ruiz confía en que a corto plazo serán cada vez más habituales porque “las administraciones están más concienciadas” y cree que, una vez que empiezan este tipo de reacciones, “el crecimiento suele ser exponencial”.
En este sentido, hace referencia a los fondos ‘Next Generation’, que “ya se están utilizando para la modernización de las ciudades". De lo contrario —advierte— la habitabilidad en ellas “será imposible”.