Los juegos de cartas son muy antiguos. Algunos creen que el primero fue el eji je ('juego de hojas') chino. Pero la Universidad de Cambridge expresó en 2009 que no podía serlo, pues las hojas podrían tener algunas reglas. 

La que más se asemeja a los naipes de hoy día es la baraja de caza flamenca, de 52 cartas y cuatro palos. Esta se remonta al siglo XV y se cree que se nació en los Países Bajos de Borgoña. Se trata de la baraja completa más antigua de naipes. 

En España, los primeros juegos de cartas se jugaron en este mismo siglo. Ya desde el principio se dividía en cuatro palos (oros, copas, espadas y bastos) y tuvo diferentes patrones de diseño. Sin embargo, no fue hasta el año 1889 cuando se originó el diseño definitivo. 

Naipes Heraclio Fournier: de mano en mano

Heraclio Fournier, nacido en Burgos, fue el fabricante de la baraja de cartas tan conocida por todos los españoles. En 1870, tras casarse con Nieves Partearroyo, se quedó a vivir en Vitoria-Gasteiz y realizó sus primeros trabajos en la Plaza Nueva, en una imprenta. No mucho tiempo después se dedicó a la impresión de naipes y su venta. 

Es en el año 1875 cuando Fournier encarga el diseño de su naipes al pintor Ignacio Díaz y al profesor de la Escuela de Dibujo Emilio Soubrier. Aunque esta baraja se rediseñaría 14 años después y mantendría el dibujo hasta hoy día. 

Fournier supuso un antes y un después porque probó diferentes y novedosos procesos de impresión con la intención de mejorar la calidad de las barajas y estableció máquinas de vapor y líneas telefónicas. Además difundió el nombre de Vitoria, ya que lo incluyó en sus naipes, en el as de oros. Su nieto Félix Alfaro Fournier fue quien se dedicó a la difusión de la marca tras su muerte. Esta llegaría a todos los lugares del mundo. 

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