Desde que el pasado 19 de agosto comenzara la Aste Nagusia de Bilbao, Euskadi ha despertado cada mañana con un nuevo comunicado hablando sobre la actividad policial durante las fiestas e informando sobre un aluvión de delitos y detenciones que no parece tener límite. En los últimos días, los agentes de la Policía Municipal y la Ertzaintza desplegados con motivo de las fiestas han detenido a más de un centenar de personas acusadas de robos, hurtos, lesiones y tocamientos, llevando a la capital vizcaína a una situación casi extrema en la que se empieza hablar de un colapso en los calabozos, puesto que estos solo cuentan con 28 plazas.
Un escenario denunciado este jueves por el sindicato de la Ertzaintza Erne, y al que se refirió su secretario general, Sergio Gómez de Segura, en una entrevista para Radio Euskadi, al ser preguntado por la gran presencia policial durante las fiestas y por una serie de imágenes de los últimos días en las que se puede ver amplias filas de coches patrulla de la Policía Local frente a la comisaría central de Miribilla.
Sin embargo, mientras en Erne denuncian la falta de espacio en los calabazos, y hablan incluso de "colapso" con más de un centenar de detenidos hasta la fecha, y con un fin de semana de fiestas por delante, desde las instituciones políticas la perspectiva es un tanto diferente. De hecho, este jueves el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, advirtió a quienes cometan conductas delictivas e "incívicas" durante lo que resta de Aste Nagusia, que "tendrán encima" a los diferentes cuerpos de policía en activo hasta que sean detenidos y "tengan su condena".
En esta línea, Aburto aseveró que los delitos, "sean del tipo que sean", así como las conductas incívicas "no tienen cabida en Bilbao", tras lo que añadió que, "sin respeto, tolerancia cero, civismo y solidaridad", es imposible poder celebrar en Bilbao "las fiestas que queremos". Por esta razón, y de cara a los días que quedan, el primer edil ha llamado a la sociedad bilbaína a seguir "denunciando y rechazando las conductas y agresiones machistas, los insultos y ataques homófobos y cualquier otra acción delictiva o incívica".
Aumento de la actividad policial
Por otra parte, el consejero de Seguridad del Gobierno vasco y vicelehendakari primero, Iosu Erkoreka, también ha hablado en los últimos días en referencia a esta comentada ola de detenciones y respecto a la amplia actividad policial de la que es testigo la Semana Grande de Bilbao. En esta línea, el pasado miércoles Erkoreka asoció estos hechos a la "eficacia policial" durante las primeras jornadas de las fiestas. Cuatro días -en el momento en que habló el consejero-, que había dejado ya cerca de 100 detenidos, una cifra considerablemente superior a los 66 que se contabilizaron en esos mismos días durante las fiestas del pasado año.
Sin embargo, aunque el número de detención ha aumentado este año, el consejero y vicelehendakari habló de una pequeña reducción en el número de delitos totales durante la Semana Grande. Una afirmación sobre la que no dio más datos.
Ante las declaraciones del consejero vasco, Gómez de Segura, admitió este miércoles que durante el periodo de fiestas siempre hay "un poco más de meneo", y prueba de ello es el aumento de detenidos durante estos últimos días: 20 en la primera jornada de fiestas por numerosos robos y hurtos; 14 durante la segunda, entre los que se contabilizaron tres arrestados por tocamientos; otros 34 durante la noche del martes al miércoles, donde se incluyó siete detenciones por lesiones, y una de ellas con arma blanca; y otros 25 arrestos sobre los que se informó este jueves.
Todo esto lleva a la Ertzaintza y a la Policía Municipal de Bilbao en una situación casi extrema, acentuada todavía más por la falta de espacio en los calabozos, en la que los agentes, pese a sus esfuerzos, son incapaces de frenar una oleada de hurtos y robos y un aumento significativo de las peleas callejeras.